Extremadura encabeza la subida anual de los precios, impulsados por la hostelería
En febrero ascienden ▶ un 3,3%, frente al promedio nacional, que se sitúa en el 2,8% Los alimentos se ▶ encarecen un 5,6%, el nivel menos alto en los dos últimos años
La tasa de inflación anual, la que muestra la evolución de los precios en los últimos doce meses, ascendió en febrero pasado en Extremadura al 3,3%. Son tres décimas más que en enero y medio punto porcentual por encima de la media nacional, que se situó en el 2,8% tras moderarse seis décimas en relación con el mes anterior.
La cifra extremeña también es la mayor entre todas las comunidades autónomas, según los datos que ayer dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE) que, no obstante, también aportaron algunas notas positivas. Una de ellas es que el comportamiento mensual de los precios en febrero sí que fue algo mejor en la región que en el conjunto del país (un 0,3% de avance frente a un 0,4%); y otra que la inflación en el capítulo de alimentos y bebidas no alcohólicas, aun siendo alta todavía (el alza anual es del 5,6%), marcó su nivel más bajo en los últimos dos años. O lo que es lo mismo, se retornó a los que había antes de la invasión rusa de Ucrania. Hay que retroceder hasta febrero de 2022 para encontrar un dato menos malo (5,4%).
En cualquier caso, quien más contribuyó en febrero a moderar los precios fue el apartado de vivienda, cuya tasa anual disminuyó 5,6 puntos en comparación a enero, hasta el -2,7%. Este comportamiento fue debido a la bajada de los precios de la electricidad, frente al aumento que se experimentó en febrero del año pasado. El mercado de eléctrico, que a inicios de marzo ha llegado a marcar mínimos en una década, se ha visto beneficiado por la mayor aportación de las tecnologías renovables a la generación (eólica e hidroeléctrica, beneficiadas por la climatología). También por otros factores que han venido produciéndose, como la moderación de los costes de los derechos de emisión de dióxido de carbono o de la cotización del gas natural. Sin embargo, lo previsible es que la subida del IVA de la luz al 21%, desde el pasado día 1, neutralice al menos en parte esta tendencia positiva.
Por lo que atañe al transporte situó su tasa anual en el 2,1%, que son 4,4 puntos porcentuales más que el mes anterior, cuando había bajado un 2,3%, condicionado por el mayor coste de los carburantes de automoción.
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LA CESTA DE LA COMPRA El encarecimiento anual de los alimentos fue en febrero 1,9 puntos más bajo que en enero. Legumbres y hortalizas frescas (-5,3% anual); leche (-2,6%); carne de ave (0,2%); productos lácteos (0,3%) y pan (0,8%), fueron las rúbricas que mostraron un comportamiento más moderado. En el lado contrario, aceites y grasas acumulan una progresión del 42,5% en los últimos doce meses. A continuación aparecen las carnes de ovino y de porcino, con auges del 13,7% y del 12,7%, respectivamente.
Pese a suavizar su tendencia alcista, los alimentos fueron el segundo grupo de artículos con un mayor incremento de precios anual en el último año, sobrepasado solo por el de restaurantes y hoteles. Estos contabilizaron una variación de 9,5% a nivel autonómico, dejando muy lejos el 5,5% de promedio en España. Esta subida explica en parte el mal comportamiento en la región de la inflación general en febrero y en particular de la subyacente (la que se calcula excluyendo los productos energéticos y los alimentos frescos), que en un solo mes pasó del 3% al 4,2% anual, el mayor salto de toda la serie de datos, que arranca a inicios de 2002.
En todo el país, en cambio, bajó del 3,6% al 3,5%. Este diferencial entre los datos regional y español se produce también por un efecto puramente estadístico, ya que la comparación anual se realiza con febrero de 2023, y en ese mes la inflación subyacente en España avanzó una décima sobre la de enero, mientras que en Extremadura retrocedió 1,4 puntos.
Para CCOO de Extremadura, el dato de la evolución de los precios conocido ayer «supone un duro impacto en términos de pérdida de poder adquisitivo en una región con los salarios más bajos de todo el país».
Este sindicato advirtió, a través de una nota, que tendrá en cuenta «este incremento», «el más alto del país actualmente, en la negociación de los convenios colectivos que se aborden este año, para que los trabajadores y las trabajadoras no pierdan poder adquisitivo». «Los elevados beneficios y márgenes empresariales han sido los principales responsables del fuerte aumento de la inflación desde 2022 y, a pesar de esto, las empresas no están repercutiendo esto en aumentos de los salarios que, en Extremadura, con un 2,53% de subida de media hasta febrero de 2024, están por debajo del IPC», esgrimió.
Igualmente, precisó que esta alza de los precios «se asienta fundamentalmente en el encarecimiento de los grupos de transporte y hostelería, pero además hay que tener presente que hay gastos clave para los hogares como el alquiler de la vivienda o las hipotecas que no figuran en el IPC y también son gastos básicos para la población».
«Son dos meses consecutivos de escalada interanual de los precios en la región. El dato del 3,3% de inflación anual refleja que los precios no siguen una tendencia de moderación» en la comunidad autónoma, «al contrario de lo que ocurre en España», señaló por su parte UGT de Extremadura, para quien «parece evidente» que en la economía regional «siguen presentes los impactos de la crisis inflacionista que hemos padecido en los dos últimos años y que han traído consecuencias negativas para los hogares extremeños más vulnerables».
Si bien reconoció que este crecimiento «tiene parte de su origen en el `efecto escalón' con respecto al mes de febrero de 2023 cuando los precios no subieron en nuestra región, no deja de ser un mal dato que supone una pérdida innegable de competitividad al alejarnos de la media nacional».
Igualmente, UGT recordó que la Encuesta de condiciones de vida 2023, publicada recientemente también por el INE, indica que «más de 84.000 extremeños se encontraban en situación de carencia material y social severa, y más de 55.000 no podían permitirse una alimentación adecuada», una situación que, adujo, «está directamente» relacionada «con el fuerte encarecimiento del precio de los alimentos en nuestra región, de un 25,8% en los dos últimos años».
El dato «supone un duro impacto en términos de pérdida de poder adquisitivo en una región con los salarios más bajos de todo el país», lamenta CCOO
«Los precios no siguen una tendencia de moderación en Extremadura, al contrario de lo que ocurre en España», resalta UGT