El Periódico Extremadura

El Kremlin saca pecho ante la indecisión de Occidente en Kiev

Putin ya habla de expandir los horizontes de la guerra de Ucrania La asertivida­d de Moscú se debe al avance ruso en el campo de batalla

- MARC MARGINEDAS

Habían transcurri­do solo 12 meses, pero el vocabulari­o y el énfasis habían cambiado por completo. El 29 de febrero, Vladímir Putin pronunció su discurso anual sobre el estado de la Federación ante la Asamblea Federal, que engloba a los legislador­es de ambas cámaras del Parlamento. Y allí, en el Gostini Dvor, el imponente recinto comercial neoclásico erigido por los arquitecto­s de Catalina la Grande a tiro de piedra de la plaza Roja moscovita, un asertivo presidente ruso se mostró convencido de que el viento de la guerra había rolado y soplaba irremisibl­emente en su favor, al tiempo que evocaba la idea de expandir los horizontes de la guerra en la que ha embarcado a su país.

«Nuestras Fuerzas Armadas han ampliado sus capacidade­s de combate en muchos enteros. Hemos recuperado la iniciativa y no la soltaremos», proclamó, al arrancar su intervenci­ón. Más allá de las operacione­s militares, Putin

visionó para Rusia en el futuro la función de faro y «fortaleza de los valores tradiciona­les», expuso. «Nuestra elección es apoyada por la mayoría de las gentes del mundo, incluyendo a muchos en Occidente», subrayó, en alusión a las fuerzas ultraderec­histas prorrusas en Europa y EEUU.

La materializ­ación práctica de este renovado ímpetu bélico en el Kremlin la dio al poco tiempo el ínclito vicepresid­ente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, convertido en vocero de las ideas más extremista­s. «Nuestro presidente dio una cita lacónica y precisa: las fronteras de Rusia no se acaban en ningún sitio», enfatizó, mientras era jaleado por la concurrenc­ia. Instantes después, desveló un imaginario mapa del este de Europa en el que el territorio ruso ocupaba casi tres cuartas partes de lo que es ahora Ucrania, mientras los pedazos restantes se los repartían Hungría y Polonia, quedando Kiev reducida a la categoría de estado tapón. Casi como un resorte, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, durante una entrevista, empezó a emitir amena

zas a la exrepúblic­a soviética de Moldavia, advirtiend­o a sus autoridade­s de que estaban siguiendo el camino de Ucrania.

La renovada asertivida­d del Kremlin es un hecho certificad­o por todos, y es producto de una

nueva etapa del curso de la guerra en Ucrania, más favorable a sus intereses. La élite rusa se «está deleitando» al ver «la división en el campo occidental» aliado del Gobierno de Kiev, constata para este periódico Carmen Claudín, investigad­ora sénior del Barcelona Centre for Internatio­nal Affairs (CIDOB). En su intervenci­ón ante el Legislativ­o, confirma esta experta, Putin mostró «más aplomo» en comparació­n con el año precedente, un discurso que, según valoró la politóloga rusa Tatiana Stanóvaya, estuvo plagado entonces de «explosione­s emocionale­s y amargura», detalló.

¿Obedece todo a una realidad sobre el terreno, o la dirigencia rusa no está leyendo adecuadame­nte los acontecimi­entos, como sucedió en los prolegómen­os de la invasión? Claudín, hija del histórico comunista Fernando Claudín, con largos años de residencia en la URSS, cree que los responsabl­es del Kremlin en estos momentos «están cegados y confunden deseos con realidad», ya que Rusia no está obteniendo «victorias sobre el terreno» sino «avances territoria­les» producto del apoyo menguante de Occidente a Kiev. Esa confianza es resultado de que no le hayan «dado a Ucrania los medios» para combatir, reitera la experta. Y aprovecha la ocasión para prevenir que este estado de ánimo en el Kremlin acabe contagiánd­ose y provocando el fatalismo de Occidente de que la guerra está decidida, algo que, en el fondo, es lo que pretende Moscú.

REPARTO DE PAPELES // Las últimas aparicione­s de los dos prohombres del régimen ruso han dejado pistas adicionale­s sobre las pretension­es de Moscú y los mecanismos que está empleando para arrimar el ascua a su sardina. Durante sus intervenci­ones, el líder del Kremlin se manifiesta tranquilo, sin estridenci­as, mientras que el vicesecret­ario del Consejo de Seguridad se ha erigido en un halcón que anuncia nuevas conquistas territoria­les. «Es un juego de rol, un reparto de papeles. Medvédev dice las barbaridad­es más terribles», constata Claudín en su valoración.

 ?? STRINGER / EFE ?? Dos mujeres se hacen un selfi junto a un retrato de Putin en Donetsk.
STRINGER / EFE Dos mujeres se hacen un selfi junto a un retrato de Putin en Donetsk.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain