Una petición para que no se cace el meloncillo recaba 50.000 firmas
La incitativa, abierta hace semana y media, solicita «su protección sin excepciones» La Junta publicó en el DOE el mes pasado un modelo de solicitud para su control
Una iniciativa en la plataforma change.org que solicita a la Junta de Extremadura que paralice «la orden que permite cazar meloncillos» en la comunidad autónoma «y para pedir su protección sin excepciones» lleva recabadas ya cerca de cincuenta mil firmas. «El Gobierno de Extremadura ha dado luz verde a la petición de la Federación Extremeña de Caza, que lleva años solicitando poder cazar al meloncillo (Herpestes ichneumon) con el pretexto de que acaba con las presas de caza de los cotos», se indica.
El Diario Oficial de Extremadura (DOE) publicó el pasado mes el anuncio de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible por el que se daba publicidad al modelo de solicitud de autorización para el control del meloncillo. El Ejecutivo extremeño se convierte así en el primero que autoriza en España esta clase de medidas contra este carnívoro, una postura que argumenta en la necesidad de «prevenir daños a la ganadería» y de proteger a otras especies de fauna silvestre. Desde Fedexcaza se valoró positivamente la decisión, que supone «el cumplimiento» de un «compromiso adquirido con el sector cinegético» tras las reuniones mantenidas con el director general de Sostenibilidad, Germán Puebla.
«Este mesocarnívoro, único herpéstido que habita en la Península Ibérica, estuvo catalogado como de Interés Especial en el Anexo I del Decreto 37/2001, regulador del Catálogo de Especies Amenazadas desde el año 2001 al 2013. Diez años después, sin que medie ningún censo ni estudio realizado por organismos científicos independientes, la Federación Extremeña de Caza quiere convertirlo en objeto de persecución y eliminación argumentando que se alimentan de aquellos animales de los cotos que los cazadores sueltan para dispararlos después», arguyen los promotores de la iniciativa, abierta el miércoles de la pasada semana. Critican que «incluso» se llegue a acusar a estas man
gostas de haber depredado sobre terneros, «algo absolutamente insólito teniendo en cuenta que no supera los dos kilogramos de peso».
Asimismo, se recuerda que este mamífero no está considerado especie cinegética «en ninguna
provincia del Estado Español», y que la autorización para su control (el impreso de autorización lo contempla con armas de fuego para muerte, para ahuyentar, cañones detonantes y ahuyentadores luminosos o visuales), se consigue a mediante una solicitud dirigida al director general de Sostenibilidad «en la que basta con rellenar los datos del titular del coto interesado sin necesidad de adjuntar ningún informe de daños ni ningún motivo objetivo para su eliminación fuera de los intereses puramente económicos del mundo de la caza y de la ganadería».
«Lo que se buscan son chivos expiatorios. ¿De verdad es culpa del meloncillo que no haya caza menor en Extremadura, que no haya perdices salvajes y que sean todas `de bote', o que no haya apenas conejos? Es todo es una mentira muy grande, pero de cara a los cazadores de a pie buscan aparentar que hacen algo», critica Juan Carlos Giraldo, miembro de Ecologistas en Acción de Extremadura. Desde esta entidad, apunta, se tienen dudas de que el anuncio publicado en el DOE sea conforme a ley, por lo que lo están analizando. «Lo que tendrían que hacer, de acuerdo al plan cinegético de Extremadura, es aprobar los planes de recuperación de la perdiz y del conejo», zanja.
Juan Carlos Giraldo
«NO ES INVASORA» Del meloncillo remarca que «no es ninguna especie exótica invasora» y que está protegida por la legislación europea. También sostiene que «hay mucho bulo» sobre ella: «Se ha llegado a decir que la han soltado en paracaídas desde helicópteros», o que «ataca a las vacas, cuando es una especie que no supera los 50 centímetros. Es una mangosta que se dedica a «¿De verdad es culpa del meloncillo que no haya caza menor? Es todo mentira pero, de cara a los cazadores de a pie, buscan aparentar que hacen algo»
comer fundamentalmente roedores y reptiles: culebras, lagartos, lagartijas…». Y si bien la normativa permite que existan medidas de gestión sobre especies con este nivel de protección, incide en que siempre tienen que justificarse en informes y que la ley en ningún momento habla de darles «muerte. Puede haber extracción».
Este animal salió del Catálogo regional de especies amenazadas de Extremadura en 2013. Ecologistas en Acción sospecha que desde entonces se han venido concediendo permisos para su caza. «Hemos pedido a la Junta que dé los datos, es información ambiental que tiene que ser pública», esgrime Giraldo. Una transparencia que requiere también de cara al futuro, con las autorizaciones que puedan concederse a partir de ahora para su control.