«Los jóvenes quieren quedarse en los pueblos y debemos ayudarles»
Se da la circunstancia de que el pueblo del que es alcalde, Piornal, es conocido cada vez en más puntos del planeta por la fiesta del Jarramplas, ¿qué singularidad tiene para que cada año atraiga a más gente?
– –Uno de los principales elementos de atracción que tiene la fiesta es que cualquiera que venga de fuera puede participar como un piornalego más lanzando nabos. Además, de todo el entramado que se desarrolla en la fiesta. Otra peculiaridad es que es una fiesta sobre la que se desconoce su origen, eso también le aporta más mística. Luego, el personaje es muy llamativo, toda su simbología. Y cómo, a la vez que le estás lanzando nabos, lo estás venerando, eso lo hace más singular si cabe. Ahora tiene una proyección más internacional. Este año han venido penuestra riodistas de Egipto, Inglaterra, Estados Unidos o Méjico, aunque nosotros no vamos a solicitar expediente para que sea fiesta internacional porque es algo que financia la mayordomía y esa decisión deben tomarla ellos.
– ¿Es un ejemplo Jarramplas de que debe apoyarse Cáceres en sus fiestas para atraer al turismo?
– Sí. Es un ejemplo de cómo esa particularidad puede traducirse en unos resultados muy positivos a nivel económico de cara al resto del año. Otro de los aspectos que hay que destacar es el arraigo como elemento para amarrar población, es un elemento de lucha contra la despoblación, clave para que la gente se mantenga en nuestros pueblos.
Hablando del arraigo, ¿cree que esta nueva generación ayudará a
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mantener la identidad de los pueblos?
–Yo creo que se está acabando con el tópico y el prejuicio que se ha mantenido durante década de que vivir en un pueblo era sinónimo de no tener formación, de empobrecimiento, de falta de alternativas de desarrollo. Esa imagen negativa se ha terminado. Esa generación de los 80 y 90 tenemos un sentimiento positivo sobre lo que es vivir en un pueblo, pero hay que decir que los políticos tenemos que cambiar y facilitar la vida en los pueblos. No puede ser que la ley no se adapte a los territorios. La gente tiene ganas de quedarse, pero tenemos que ser los que tenemos que mejorar esas condiciones.
Precisamente, en esos aspectos a los que hace mención como la despoblación o la falta de oportunidades en el medio rural ¿Y en qué puede ayudar la diputación a esas problemáticas?
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«Jarramplas es un ejemplo de cómo una fiesta puede traducirse en ingresos locales»
–Flexibilizando la burocracia y atendiendo a las particularidades del territorio. Tenemos que ser la administración que ayude, de nada sirve hablar de despoblación si luego no damos las facilidades. Yo siempre digo que luchar contra la despoblación es difícil no vamos a ser capaces de repoblar atraídos por grandes empresas porque no van a venir Ikea o IBM, tenemos que trabajar con los recursos que tenemos.