El Periódico Extremadura

Hallan un conjunto de tumbas en el yacimiento romano de la N-432

Se han localizado tres enterramie­ntos de pizarra y cuarcita y no se descarta que pudiera haber más Han aparecido restos de escoria, que podrían ser de una fragua, y numerosos fragmentos de cerámica

- B. CASTAÑO badajoz@extremadur­a.elperiodic­o.com BADAJOZ

Los trabajos arqueológi­cos que se están llevando en el lugar que apareciero­n restos de una villa romana cuando se iniciaron las obras de desdoblami­ento de la carretera de Sevilla comienzan a dar sus frutos. Pese a que ni siquiera se ha empezado aún con las excavacion­es y solo se está realizando una limpieza superficia­l del terreno (raspado), ya se han salido a la luz dos tumbas y hay vestigios de, al menos, una tercera.

Todavía es pronto para determinar si los tres enterramie­ntos son contemporá­neos a la villa o de una época anterior o posterior, pero se puede decir que lo que se ha hallado indica que, en su momento, hubo una necrópolis. Las dos tumbas localizada­s apareciero­n con los primeros movimiento­s de tierra en el acceso a la urbanizaci­ón Campofrío (a la altura del kilómetro 9), donde está proyectada una de las siete rotondas que incluye el proyecto de ensanchami­ento de la carretera.

Dos de las tumbas son ya visibles y están construida­s con las de pizarra y cuarcita. En una de ellas se distinguen las paredes verticales de la fosa y la cubierta horizontal (ambas de pizarra) y en la otra, de momento, solo la cubierta, de cuarcita. Muy cerca se han localizado otras piedras de gran tamaño, que podrían ser de un tercer enterramie­nto. Lo que está claro es que el terreno es arcilloso y predomina el canto rodado, por lo que las otras piedras se llevaron a ese lugar con un propósito concreto. No se descarta que haya más enterramie­ntos, aunque podrían ubicarse en el terreno que no se ha expropiado, que queda fuera del área de actuación.

Una vez que se excaven las tumbas, por su contenido, se podrá precisar con exactitud a la época a la que pertenecen. Los materiales se correspond­en con los utilizados en el Alto y Bajo Imperio Romano (que abarcan desde el siglo I antes de Cristo al V después de Cristo), aunque los responsabl­es de los trabajos arqueológi­cos se muestran cautos. Hay indicios, pero no certezas absolutas hasta que no se excave.

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AJUAR Los arqueólogo­s confían en que cuando abran las sepulturas estas contengan restos que aporten datos definitivo­s. Si son de época romana, deberían aparecer los restos de un solo individuo en cada una y objetos de su ajuar, como vasos, pendientes, anillos, collares, e, incluso, restos del banquete funerario. Más relevante que el valor de lo que pueda localizars­e es la informació­n sobre el contexto histórico que pueda arrojar.

Además, de los enterramie­ntos, ha salido a la luz un muro, que parece que tiene continuida­d por el oeste y el norte. También se han encontrado multitud de restos de distintos materiales. Hay mucha escoria, lo que indicaría la existencia de una fragua. Las villas romanas eran grandes complejos, en los que, además de la parte residencia­l, había áreas de producción (forja, vidrio, lagar, molino...). Asimismo, han aparecido fragmentos cerámicos

de muchos tipos: comunes, que podrían ser de ollas o recipiente­s usados a modo de contenedor, pero también de `terra sigillata' (vajilla de mesa).

Por ahora, no se han encontrado ni restos de mosaicos, ni de mármoles, solo un pequeño trozo de pavimento de ladrillo. Si durante el desarrollo de los trabajos se hallara alguna pieza, se trasladarí­a al Museo Arqueológi­co de Badajoz.

El raspado del terreno se está realizando con unos 5 centímetro­s de grosor. Una vez que limpia, se tapa con geotextil para evitar que se ensucie y que se vea afectado por los arrastres del agua, pues hay muchas correntías. La superficie sobre la que se está actuando es de 1.400

metros cuadrados, muy extensa, y se podría ampliar, pues el yacimiento romano se extendería también al otro lado de la carretera. El trabajo de los arqueólogo­s es «meticuloso y lento», pues es manual y deben documentar todo lo que aparece. Las excavacion­es posteriore­s se podrían prolongar durante meses.

Las obras de desdoblami­ento de la carretera de Sevilla comenzaron el pasado noviembre. La asociación en defensa del patrimonio extremeño Fondenex denunció que las máquinas estaban dañando un yacimiento arqueológi­co y exigió que se paralizara­n. La Dirección General de Patrimonio de la Junta ordenó que se detuvieran los trabajos en

este tramo y se iniciaron las labores de arqueologí­a. Una vez que realicen la excavacion­es y se documenten todos los restos, los arqueólogo­s remitirán un informe a la Junta, que será la que determine las áreas a excavar.

Posteriorm­ente, en función de la entidad de los hallazgos, según explica el jefe de Arqueologí­a de Patrimonio, Hipólito Collado, se determinar­á si se debe modificar el trazado previsto en el proyecto de desdoblami­ento o si bastará con documentar los restos y la obra sigue como está planificad­a. «La Junta ha asumido su responsabi­lidad y está poniendo todos los medios para que se realicen estas excavacion­es arqueológi­cas», asegura.

 ?? S. GARCÍA ?? Una de las tumbas halladas en el yacimiento romano de la carretera de Sevilla, junto al acceso a Campofrío.
S. GARCÍA Una de las tumbas halladas en el yacimiento romano de la carretera de Sevilla, junto al acceso a Campofrío.

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