El intento de PP y Cs para las elecciones, un `pack' con muchos escollos
Alcanzar una candidatura de unidad siempre es complicado. PP y Ciudadanos llevan tiempo explorando vías de entendimiento que nunca llegan a buen puerto. Hubo una excepción, la coalición del País Vasco en 2020, con un resultado limitado y que dejó demasiadas heridas abiertas.
Las relaciones se siguieron deteriorando en cada pacto autonómico y los puentes terminaron prácticamente rotos. En los últimos meses algo se ha vuelto a reactivar. La ofensiva conjunta en Europa –donde Ciudadanos tiene su último gran resquicio– contra la ley de amnistía, con mucha más colaboración de la que en ocasiones trasciende, ha ido acercando posturas. Ahora, el adelanto electoral en Cataluña, lo ha acelerado todo.
/ ACUERDO EN PARALELO Fuentes de los dos partidos confirman que la negociación actual, en manos de Cuca Gamarra, número dos del PP, y Adrián Vázquez, secretario general de los naranjas, busca un acuerdo en paralelo para las dos citas electorales. Una especie de pack que alumbraría a la vez la candidatura conjunta para Cataluña y otra para las europeas donde se incorporarían nombres de Ciudadanos.
Los plazos de las dos citas coinciden para registrar candidaturas y para las propias campañas electorales. Pero si no hay acuerdo para una cosa, tampoco lo habrá para la otra.
Los escollos son viejos conocidos. En el caso catalán el PP ha trasladado a Ciudadanos que una coalición era «imposible». Los conservadores apuestan por la integración de la marca naranja bajo la idea, eso sí, de una «plataforma constitucionalista», «una candidatura amplia», que busca aglutinar el espíritu que representó Inés Arrimadas en las elecciones históricas de 2017. De aquello en realidad queda muy poco. Y el PP lo sabe.
Pero lo que el partido de Alberto Núñez Feijóo busca es esa reunificación sentimental. De alguna manera, incluir en su espacio el legado de una victoria que no tuvo precedentes y que, por otro lado, tardará en repetirse otra vez.