La economía y la guerra, los frentes pendientes del ‘zar’
La nueva legislatura se augura compleja para el país euroasiático. Con una guerra que dura más de lo que el Kremlin tenía previsto y una crispada arena internacional, la tercera edad de Putin no se espera tranquila precisamente
A pesar de los avances militares en Ucrania, que han llegado tras un tiempo de estancamiento, el poder ruso debe abordar diferentes frentes internos. Uno de los colectivos que firmó contratos con el Ejército más alegremente fue el de los presidiarios. El Gobierno les ofrecía un contrato de hasta seis meses en el frente y la libertad cuando acabara su obligación castrense, algo que se convirtió para muchos en una opción para acortar las condenas. A día de hoy, al menos 32.000 presos han cumplido con su «obligación con la sociedad», como lo definió Putin.
Algunos de ellos cumplían condena por delitos como asesinato y robo a mano armada. Su salida anticipada de prisión ha despertado la preocupación de sus vecinos, que han visto cómo gente condenada a penas de al menos 10 años de cárcel se pasea tranquilamente por la calle. Es el caso del expolicía Vadim Tejov,
que fue sentenciado 16 años por haber asesinado brutalmente a su esposa en la República de Osetia del Norte. O el del exconvicto Iván Rossomajin, habitante de la región de Kírov, en la Rusia europea, y arrestado en marzo de 2023 por haber asesinado presuntamente a una anciana tras haber servido en Ucrania. A esto hay que sumarle los que no regresan vivos. Al menos 5.900 soldados rusos han fallecido en el frente ucraniano, según el último balance oficial de las autoridades, de septiembre de 2022.
En cuanto a la economía, Moscú ha soportado las sanciones mucho mejor de lo que Occidente esperaba. Aunque ha habido carencia de algunos productos concretos, como piezas de avión y medicamentos, las autoridades
han encontrado vías para incluso tener suministros de productos de lujo como automóviles de alta gama y teléfonos inteligentes, aunque no sin coste. Según medios independientes como Novaya Gazeta Europa –declarado agente extranjero por Rusia–, el gasto militar a finales de 2023 era dos veces mayor al de 2022, y se preveía que llegaría ser el 45% del presupuesto y que este 2024 habría recortes en sectores no relacionados con el Ejército. Es difícil cuantificarlo porque se han dejado de publicar estadísticas del presupuesto desde finales de 2023.
En aquel entonces ya se vio cómo bajaron diferentes partidas de presupuesto destinadas a la sanidad, así como las que se dedican al cáncer.