La mitad de directivos considera la inseguridad jurídica la peor amenaza
Tres cuartas partes de los empresarios españoles prevén incrementos de sus ventas estos 12 meses El 50% aumentará sus inversiones, mientras que un 40% tiene intención de hacer más grande su plantilla
En plena desaceleración económica, los empresarios españoles esperan seguir creciendo en facturación, inversiones y en empleo. Pero también tienen inquietudes. La mitad de los directivos (48%) señala la inseguridad jurídica como una de las principales amenazas para la economía del país, por delante de la incertidumbre política (44%) y de los cambios regulatorios (30%). Son conclusiones extraídas de la vigésima edición de la encuesta Perspectivas España 2024 elaborada por KPMG en colaboración con la CEOE en la que participan más de 1.350 empresarios y directivos. «Las empresas necesitamos un clima de confianza, de moderación y entendimiento, con menor incertidumbre y con una mayor calidad normativa e independencia de las instituciones», destacó el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.
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215 LEYES NUEVAS El optimismo en relación a las cifras es notable. Un 71% de los encuestados confía en que sus ventas se incrementen en los próximos 12 meses, mientras que el 53% aumentará sus inversiones. Al mismo tiempo, un 40% prevé crecimientos de su plantilla, dos puntos porcentuales más que en 2023. Sin embargo, por encima se encuentran las más de 215 leyes que se aprobaron en la pasada legislatura en un entorno
marcado por la pandemia, el estallido de la guerra en Ucrania y la escalada de los precios energéticos y de consumo. «Muchas de estas leyes afectaron a aspectos laborales y fiscales y, por tanto, tuvieron una incidencia directa en la operativa, procesos y cuentas de resultados de las empresas», apunta el informe. Los autores del documento señalan que, tras las últimas elecciones generales de junio, «todo apunta a que este ritmo decrecerá en la presente legislatura» debido a la fragmentación parlamentaria
y a la dificultad de cerrar acuerdos.
En relación con la situación económica actual, los empresarios prefieren mostrarse cautelosos. La mitad de ellos (54%) califica la coyuntura económica como regular, tres puntos porcentuales menos que el año anterior, y un 45% anticipa que la evolución de la economía española será peor o mucho peor. Un 41% prevé que no se experimenten cambios. Además, la preocupación por el alza de precios se mantiene. Dos de ca
da tres directivos (63%) cree que el impacto del alza de los precios en sus márgenes de beneficio ha sido alto en 2023. Para los empresarios españoles, las tres principales amenazas para el negocio en el próximo año asociados a la inflación es el riesgo de demanda (34%), la volatilidad de los precios de las materias primas (33%) y los tipos de interés (27%).
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IMPLANTACIÓN DE IA GENERATIVA
(IA) generativa también han irrumpido en el tejido empresarial. El 37% de los directivos prevé incorporar en los próximos meses esta tecnología en sus sistemas frente al 17% que ya cuenta con ella en su organización. Las áreas donde será más notable su ayuda será en operaciones, relación con el cliente y márketing, pero su llegada a las empresas generará un reto en la gestión del cambio y el talento por implicar un nuevo modo de hacer las cosas y precisa de nuevas competencias y capacidades. Lo que sí tiene clara una gran mayoría de los empresarios es que tanto la digitalización como el talento están cada vez más arraigados en las agendas corporativas, tal y como señalan el 69% en el primer caso y el 60% en el segundo.
Otro de los grandes asuntos que se manejan hoy en día en el tejido empresarial es la incorporación de programas ESG que impacten positivamente en su resultado financiero. Precisamente un 44% señala que uno de los principales retos a los que se enfrenta su compañía en materia de sostenibilidad en los próximos tres años es identificar oportunidades sostenibles para la oferta comercial. Tres de cada cuatro (76%) ha revisado su estrategia ESG o lo hará en los próximos 12 meses, algo que pone de manifiesto cómo los efectos del cambio climático, los avances en transformación digital y la incertidumbre económica obligan a las empresas a actualizar sus agendas de sostenibilidad.