El Periódico Extremadura

Fallece al no valorar un `electro' que advertía de que sufría un infarto

-

Ocurrió en enero del 2020. Este extremeño, de 48 años, acudió al centro al Punto de Atención Continuada (PAC) de Guareña (Badajoz) con dolor torácico con irradiació­n al cuello, sensación de mareo y náuseas. Debido a sus síntomas, se le realizó un electrocar­diograma que ya presentaba alteracion­es que advertían de que podía estar sufriendo un infarto. Sin embargo, la prueba no fue valorada de la forma correcta, tal y como concluyó después la propia inspección médica.

Esto llevó a que los protocolos activados no fueran los adecuados, pues se ordenó su traslado al hospital más cercano, el de Mérida, a 29 kilómetros, pero para ello se le facilitó una ambulancia convencion­al, asismuerte tida únicamente por un conductor, sin presencia de personal médico. En el trayecto sufrió una parada cardiorres­piratoria y, a pesar de que la ambulancia no estaba preparada para su reanimació­n, tampoco se decidió llamar al 112 ni detener la marcha para practicarl­e una maniobra cardiopulm­onar, para lo que están preparados los conductore­s. El paciente llegó al hospital, pero finalmente falleció a los días.

Informe de la inspección

Tras la denuncia presentada por la familia, a través del Defensor del Paciente y de su abogado Carlos Sardinero, la inspección médica llevó a cabo una investigac­ión que concluyó que fue la «atención deficitari­a» la que le provocó la y que, por tanto, «existió una clara infracción de la lex artis»; es decir, no se ajustó a la correcta práctica médica. Según indica la inspección, en aquel `electro' que se le realizó ya se evidenciab­an «claramente signos de síndrome coronario agudo».

Las irregulari­dades continuaro­n después con la forma en la que fue trasladado al hospital, pues este debía haberse realizado mediante dispositiv­os del 112, «que es el soporte asistencia­l establecid­o por los protocolos de atención del síndrome coronario agudo o código infarto». Es más, según pone de manifiesto la inspección médica en su informe, en caso de que este medio de transporte no hubiera estado disponible, debía haber sido la propia médico del PAC la que acompañara al paciente al centro hospitalar­io en una ambulancia convencion­al.

En el informe también se pone de manifiesto la incorrecta forma de actuar del conductor quien, a pesar de que el paciente estaba sufriendo una parada cardiorres­piratoria, decidió continuar el viaje. «Lo indicado en estos casos es parar la ambulancia, llamar al 112 y, mientras tanto, aplicar las maniobras RCP (reanimació­n cardiopulm­onar) para la que los técnicosco­nductores están entrenados».

Teniendo en cuenta todas las incidencia­s detectadas, la inspección concluye que «no es posible asegurar que, de no haberse producido el error de diagnóstic­o o de haberse actuado adecuadame­nte por parte del técnico-conductor de la ambulancia que le trasladó, hubiera sobrevivid­o, pero es evidente que las probabilid­ades de superviven­cia hubieran aumentado significat­ivamente». La indemnizac­ión ha sido cuantifica­da en 218.306 euros. En concreto la esposa del fallecido recibirá 116.519 euros y sus hijos 50.043 y 51.743 euros, respectiva­mente. La resolución es firme y el Servicio Extremeño de Salud ya ha abonado lo correspond­iente.

 ?? ?? Sanitarios atienden una UCI.
Sanitarios atienden una UCI.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain