La venta de las marcas blancas se dispara ante la subida de precios
La tendencia crece en los últimos 4 años, en los que han cambiado los hábitos al hacer la compra
Las marcas blancas de los supermercados se han convertido en la opción preferida para la mayor parte de los consumidores en España y Europa en general. Enseñas como Hacendado, Bosque Verde, Deliplus, Bonté, Milbona, GutBio o Auchan, vinculadas a cadenas como Mercadona, Dia, Aldi o Alcampo, ganan terreno y confianza entre los compradores. Por ejemplo, el líder del sector, Mercadona, ha alcanzado ya un porcentaje del 74,8% entre sus estanterías, frente al 82,1% del líder en ventas de marcas blancas, la cadena alemana Lidl, según datos del informe de Kantar Worldpanel.
Al concluir febrero de 2023, el IPC de los alimentos marcó su récord, con un 16,7 %. Tras acumular dos años de subidas, se va moderando y en febrero de este año cerró en el 5,3%. En el arranque de 2024 la mayoría de cadenas han anunciado que refuerzan sus estrategias promocionales, donde tienen un especial protagonismo las marcas del distribuidor. La presión inflacionista ha encarecido la cesta de la compra 26 euros desde 2019.
Si en abril del pasado año Mercadona (26,2% de cuota de mercado según Kantar) anunció una bajada de precios en 500 de sus artículos, en 2024 gran parte de las marcas han comunicado decisiones en este sentido. Carrefour anunció que añade 500 productos a los 500 a los que ya rebajó de precio a principios de año, englobando alimentación, líquidos, droguería, perfumería y bebés. Mientras, Dia ha cifrado en 150 millones de euros la inversión que va a destinar a promociones durante este año centradas en descuentos semanales en más de 200 referencias.
Refrescos, cervezas, pan de molde, patatas fritas, yogures, leche y conservas son algunas de las categorías donde la marca blanca iguala o supera a la del fabricante. La inflación de los alimentos, un ajuste en la cesta de la compra, con un mayor peso del factor precio y el control del gasto y la mayor competencia entre los supermercados, han impulsado este ascenso.
¿Y qué pasa en la industria alimentaria? El empuje de las marcas blancas impacta de lleno a grandes compañías. Es el caso de Danone, que ha decidido cerrar una de sus fábricas en España. Bimbo, dueño de la marca de pan de molde de Donuts, también ha comunicado recientemente el cierre de su factoría alicantina prácticamente al mismo tiempo que se quedaba fuera de los lineales de la cadena de supermercados Dia. Por otro lado, Deoleo anunció recientemente que ha perdido 34 millones de euros durante 2023, en plena crisis del aceite, un ejercicio marcado por la mayor subida del coste de la materia prima desde que se tienen registros en el sector y por unas previsiones muy poco favorables, tanto en cantidad como en calidad, para la próxima cosecha.
Tal como constata el sondeo Perspectivas del gran consumo, elaborado por Aecoc, «tras un 2023 de fuerte crecimiento en valor, para 2024 el sector prevé una ralentización en la facturación y un estancamiento en los volúmenes de actividad». Las previsiones del sector van en línea con los datos facilitados por la consultora NielsenIQ, que prevé una ralentización para este año, que acabaría con una evolución en valor del 3,9%, donde el volumen de ventas se quedaría prácticamente plano, con un 0,2%.
Otro aspecto importante en el análisis de las perspectivas de consumo es saber cómo evolucionarán las preferencias de los consumidores entre marcas fabricantes y de distribución. En la actualidad nos encontramos con que uno de cada dos productos que van al carro de la compra es marca del distribuidor, y todo hace indicar que el crecimiento de la marca blanca no tiene límites.