¡Bendita locura!
Me rindo. Esta competición es una locura. Menos de un cuarto de liga le queda al grupo 14 de Tercera Federación y la única certeza que tengo es que no tengo certeza alguna. Según se suceden las jornadas, lo único que me recomiendo a mí mismo es que no hay que despistarse en moñadas o chascarrillos porque el desenlace, en el que ya estamos inmersos, me da que nos tiene guardadas muchas sorpresas para cuando menos lo esperemos.
El Olivenza, en su semana en la que la plantilla y el cuerpo técnico denuncian retrasos en los cobros, va y le gana al Coria, que solo había perdido un partido en la temporada. Es cierto que, en la segunda vuelta, a los de Miguel Ángel Ávila les está costando sacar los partidos fuera de casa. Una victoria, dos empates y dos derrotas se antoja poco bagaje para un equipo al que se le suponía que, a estas alturas, estaría en velocidad de crucero.
Por cierto, esto de los impagos, o retrasos en los pagos, diría yo, podría parecer novedad en el fútbol modesto, pero tampoco es que sea así. Que un club no cumpla o se retrase en cumplir lo prometido, sea un salario, un sobre o bocadillos, ha pasado siempre. El camino hacia la profesionalización y la consiguiente regulación del `circulante', en la que este nivel de fútbol va entrando, conlleva que ahora se pueda hacer público. Pero es que, además, en el comunicado hecho público por AFE también se denunciaba el estado del terreno de juego de la Ciudad Deportiva Ramón Rocha y el hecho de que, para conservarlo, solo pudieran entrenar en medio campo de hierba artificial. Pues resulta que luego ese mismo terreno se convirtió en un aliado para vencer al equipo celeste.
Luego, por la tarde, va el Don Benito y le da `bola extra' al Coria. De haber ganado al Villafranca, los calabazones se habrían puesto con cinco puntos de ventaja, lo que le podría valer para llegar a La Isla sin la necesidad de ganar. Y esa es mucha ventaja para un equipo de Marrero. Pero visto lo visto, ¡anda que no queda para eso! La derrota del Don Benito es más sorprendente aún porque en el Vicente Sanz solo habían encajado tres goles en toda la temporada, y solo habían cedido puntos en el enfrentamiento contra el Coria y en un empate en la primera jornada ante el Jerez. Pero que el verdugo fuera el Villafranca le otorga a este resultado una rebuscada explicación. No tanto porque los de Ruiz sean el tercer clasificado y tengan equipo para ganarle a cualquiera, sino porque es que ha sacado más puntos fuera de casa que en su estadio. De hecho, es el cuarto peor local del grupo, y esto vuelve a ser muy sorprendente para el líder de la otra liga que sigue, muy de
Menos de un cuarto de liga le queda al grupo 14 de Tercera Federación y la única certeza que tengo es que no tengo certeza alguna
lejos, al duelo por la cabeza.
En un acto de osadía podría llegar a vaticinar que a la pelea por entrar en playoff ya le quedan menos candidatos. Arroyo se ha caído definitivamente porque, además de la distancia y su dinámica, se han metido muchos equipos por medio como para recortar puntos a todos. El empate final del Azuaga en un partido que tenía casi ganado el Diocesano, deja a los colegiales también casi sin opciones, pero su segunda vuelta invita a creer en que son capaces de obrar ese pequeño milagro.
Y por abajo, los indeseados pero posibles arrastres desde Segunda Federación mantienen a muchos equipos en tensión, y no me atrevo a aventurar mucho más que el Fuente de Cantos, que sigue sin ganar en casa, necesitaría otro milagro, este ya no tan pequeño, para salvarse. Pero quién sabe ya nada con esta locura de competición. ¡Oye, pero bendita locura!