Si queremos ser capital cultural necesitamos un buen jamón
El Archivo Histórico Provincial acoge una muestra fotográfica que recrea las imágenes que el genial director Carlos Saura captó con su cámara La cita se `vende' como gancho para una capitalidad cuya candidatura no termina de despegar
Cáceres, o eso nos han dicho, se postula como Capital Europea de la Cultura en 2031 y no parece que el mensaje haya calado en la ciudadanía. Primer error de nuestros dirigentes que, salvo honrosas excepciones (Miguel Ángel Morales, presidente de la Diputación entre ellos), poco dejan caer en sus anuncios este objetivo de vital trascendencia para la ciudad, si es que de verdad quiere un salvoconducto que definitivamente la catapulte en los circuitos culturales como fuente de riqueza y creación de empleo.
El último ejemplo lo vimos este miércoles durante la inauguración de la exposición `Carlos Saura, una vida tras la cámara', que puede verse hasta el próximo 26 de mayo en el Archivo Histórico Provincial, con sede en el Palacio de Moctezuma. A ella acudió nuestro concejal de Cultura, Jorge Suárez (que es todo porte), y soltó aquello de que esta muestra «es muy importante porque nos pone en el foco» de la capitalidad. Palabras vacuas que no van más allá de una mera declaración de intenciones, a la espera todavía de un proyecto, un protocolo, una iniciativa firme y sin más dilación que nos ponga definitivamente en la carrera por el título.
Sorprendió también que esta exposición, que cuenta con el apoyo de La Fábrica, el Círculo de Bellas Artes, la Consejería de Cultura y la Filmoteca de Extremadura, se celebrara un día laborable, en horario de mañana y sin haberle dado el boato que merece un acontecimiento de esta magnitud, en la medida en que recrea la figura y el legado fotográfico de Carlos Saura, uno de los directores de cine más relevantes que ha dado nuestro país.
Un homenaje a un hombre de la genialidad y el talento de Carlos Saura no debería haberse despachado de una manera tan poco inteligente, con la ausencia del alcalde, Rafa Mateos, de los portavoces de los grupos políticos locales y provinciales y de los representantes de la sociedad y la cultura de la ciudad de Cáceres.
Menos mal que estaba allí la consejera de Cultura, Victoria Bazaga, que siempre apaga todos los fuegos y cuyos discursos breves, directos y comprometidos logran salvar el expediente.
Por lo demás, la muestra de Saura contó con la presencia de la directora del Archivo, Esperanza Díaz, el director de la Filmoteca, Antonio Gil Aparicio, o el comisario de la muestra, Chema Conesa, uno de los fotógrafos, periodistas, reporteros y editores gráficos más relevantes de este país. Y de Anna Saura, la hija del cineasta, que recordó sus viajes a Cáceres con su padre, siempre en tren, a bordo de su Polaroid y que, además, dejó el anuncio de que la segunda parte de `La Caza', en versión femenina y de la que ella será productora ejecutiva, se rodará este verano en una finca entre La Cumbre y Trujillo y tendrá en Cáceres su cuartel general. ¿Qué más se puede pedir para tratar debidamente a nuestros invitados?
Y hablando de invitados, muchos fueron los que acudieron la noche del miércoles a la cena de despedida del coronel director Juan Manuel Martel Gómez como jefe del Centro de Formación de Tropa. Fue en el Hotel Barceló V Centenario y a la cita no faltaron ni el alcalde, el subdelegado del Gobierno, José Antonio García Muñoz, el teniente fiscal, Javier Montero, y el presidente de la Audiencia Provincial, Joaquín González Casso.
Es verdad que la semana comenzó con mal pie, tras el fallecimiento el pasado domingo de Santi Pacheco, que durante más de 30 años estuvo al frente del Bar Salamanca en Gil Cordero, y que ha sido uno de los referentes indiscutibles de la hostelería de Cáceres. Una hostelería en la que el bar Zany, de la plaza de Bruselas es otro de nuestros talismanes. Lo lleva Enrique Carrero Mendo, padre de Zeus Carrero, que lleva Extreibéricos en la avenida Clara Campoamor (la de Múltiples de toda la vida) y que acaba de reabrir tras su reforma. Invitó a un coctail. Estuvo todo Cáceres. Hubo vino, chacina, quesos de toda clase y condición y jamón, mucho jamón, que es lo que a este paso nos hará falta si queremos superar el examen de la capitalidad.