El taquillero ‘top’ del coso
Antonio Rodríguez lleva casi medio siglo en la plaza de toros de Mérida
Con muchos años de afición a los toros a sus espaldas, Antonio Rodríguez es toda una institución en el centenario coso de San Albín de la capital extremeña. Lleva casi medio siglo siendo el taquillero de la plaza y numerosos ciudadanos lo identifican como el guardián del ruedo, un rostro amable que nunca pierde la sonrisa con la gente y, más que un expendedor de entradas, es un asesor para el público. Rodríguez se muestra optimista y está convencido de que la gente «va a responder el próximo 27 de abril con una corrida de altos vuelos (Morante de la Puebla, Talavante y Roca Rey). Ha arrancado muy bien la venta. Está teniendo una acogida estupenda», explica con ilusión y orgullo a este periódico.
El paseíllo de los toreros y la liturgia que se vive en el albero encendieron la mecha de la pasión taurina del prestigioso taquillero emeritense aunque la estética de los carteles que anunciaban las corridas y que algunos se guardaban en el museo de la plaza también influyeron. Después de tanto tiempo, Antonio ha vivido el cambio de las viejas entradas a la informatización de la taquilla de la plaza de toros, pero cree que lo fundamental sigue igual. «A mí el contacto con las personas siempre me ha gustado. No se trata solo de vender: luego hay que hacer las cuentas y los balances y dejar todo cuadrado (risas). En Mérida ha habido excelentes tardes y creo que el festejo de este año será clave en la recuperación de una feria importante para la ciudad», destaca.
Antonio entra ya en la categoría de personaje ilustre que atiende con un gesto cortés y cercano a cualquiera que a él se dirija.