Narváez equilibra el derbi
El meta del Badajoz impide la victoria del Cacereño al parar un penalti en tiempo añadido
Miguel Narváez, guardameta del Badajoz, impidió el triunfo del Cacereño en el derbi extremeño del Príncipe Felipe tras detener un penalti al centrocampista local Álvaro Clausí en el minuto 91. Fue el emocionante epílogo de un clásico en el que el decano no acertó a remontar un partido que se le había puesto de cara tras la expulsión del defensa Chacartegui por dos tarjetas en el minuto 64. Fue un duelo de alto voltaje y rachas de buen fútbol que acabó con un 1-1 que deja un sabor amargo al CPC y sensación de éxito en los pacenses.
Julio Cobos, técnico del Cacereño, solamente hizo un cambio en relación al de la goleada ante el Talavera, incluyendo a Tellechea por Breñé en punta. El Badajoz de
Luis Oliver Sierra salía con todo su arsenal ofensivo, incluidos los exverdes Alex Alegría y Samu Manchón.
En el primer acto, la primera gran opción la tuvo Iván Fernández, cuyo disparo rozó la escuadra. Apenas se llevaban cinco minutos de juego. Respondió Adri Carrasco con un chut desviado por David Robador.
El Cacereño era más vertical que su rival, más inclinado a sobar el balón y al juego combinativo. El partido estaba siendo tan intenso tan intenso y peleado dentro como fuera de juego.
A salida de un córner, el remate impecable y fulminante con la testa de Borja López se convirtió en el 0-1. Paradójicamente, era entonces cuando el CPC jugaba mejor y empezaba a someter a su rival con mayor dominio.
Se lesionó Fran Viñuela tras sufrir una falta en una cabalgada marca de la casa. La solución se llamaba Jorge Barba. Cambiaba el sistema por este imponderable. Tenía que remar el decano y sabía que lo podía hacer.
Gobernaba en términos de moral el Badajoz el partido por dominar el marcador. El Cacereño atropelló su juego y aceleró sus bioritmos por la coyuntura.
Llegó el empate tras otro córner, éste provocado por el activo Diego Díaz. Fusiló Deco a Narváez de forma inmisericorde (min. 38, 1-1). Volvía el equilibrio hasta el final de la primera mitad.
El Badajoz acabó el partido con 10 hombres por la expulsión de Chacartegui en el minuto 64 tras ver dos amarillas
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SEGUNDA MITAD Salió el Cacereño enchufado en el segundo acto. La tuvo Tellechea pero tras superar al portero se quedó sin ángulo para asegurar el tanto local.
El juego se tomó una pausa, con dos equipos en tregua. El árbitro anuló un tanto a Tellechea por tocar en fuera de juego un balón
que ya enviaba a gol Barba a servicio de genio de Deco (min. 58).
Se quedó el Badajoz con 10 por la expulsión por dos tarjetas de Chacartegui, que había salido para tapar a Diego. Era el minuto 64 y el escenario era propicio para los intereses locales.
El Cacereño gobernaba ya el derbi por superioridad numérica y futbolística. El gol se veía venir. Barba volvió a flirtear con el tanto, esta vez de cabeza.
Julio Cobos introdujo a Breñé y Clausí para refrescar las ideas del juego verde, que ya monopolizaba el balón y el empuje ante un Badajoz que firmaba el empate y el armisticio posterior.
El Cacereño, con Emi y Diego Díaz liderando la ofensiva, se lanzó con más testiculina que cabeza a por el triunfo y gozó de varias ocasiones claras para lograrlo. Pero fue evidente que la más especial fue la del penalti por manos
de uno de sus defensores en el área. Lo lanzó Clausí para que Narváez detuviese el cuero tras adivinar el lado por el que se ejecutaría el penalti.
El Badajoz logró finalmente su objetivo a base de una defensa numantina, lógico teniendo en cuenta lo que había sucedido. Puede que el punto no le sea suficiente, pero al menos prolonga su imbatibilidad a tres encuentros. Lo que realmente no puede controlar es lo que ocurra en los despachos, enfrascados en una espiral de difícil previsión sobre cómo puede finalizarse.
Mientras tanto, para el CPC es un empate claramente insuficiente de cara al futuro. De todas formas, aún puede soñar con pelear por arriba, pero de haber ganado hubiera podido incluir con absoluta rotundidad su candidatura a pelear por los `playoff' de ascenso a la Primera Federación.