«Los jóvenes formamos un grupo cofrade enorme. En ‘La Burrina’ somos ya más de 200»
Clara Callejo Pérez (Cáceres, 2002), estudiante de doble grado de Derecho y Criminología, representa el futuro de la Semana Santa de Cáceres, de esa larguísima tradición cofrade que ya existía en 1464, cuando se fundó la cofradía de la Misericordia (Nazareno) y cuando Cristóbal Colón acababa de nacer. Clara y su generación deberán tomar el relevo de esta historia ligada a las piedras de Cáceres como ninguna otra. No solo su testimonio demuestra que hay porvenir, es que además ella representa ese ímpetu fresco que llega a las hermandades con más fuerza que nunca. La prueba es el Grupo Joven de la Burrina (Cofradía de los Ramos), que cuenta ya con más de 200 participantes, coordinado por la propia Clara. Son jóvenes de hoy, en toda la expresión del término, pero conscientes del valor de la Semana Santa cacereña y de su responsabilidad. Si ellos no arriman el hombro (o el costal), nadie lo hará por la ciudad.
– La estoy imaginando en la fila de los niños de… ¿Los Ramos?
– No, de los Estudiantes. Ahí empecé con seis años. Mi familia es religiosa, pero no cofrade. Mis abuelos sí tenían mucho apego por la Semana Santa, por las imágenes titulares, y siendo muy chiquitita me inculcaron ese cariño. También mis padres. Pero yo no he visto en nadie la devoción de mi abuela. Le he seguido los pasos porque realmente me llena y me gusta vivir esto, como otros muchos jóvenes que se han acercado a las cofradías. Además de los Estudiantes, me apunté a los Ramos, con la que mayor vinculación tengo a día de hoy. La siguiente fue la Sagrada Cena y el año pasado, la Montaña. Próximamente quiero inscribirme en la Salud.
– ¿Cómo se formó el Grupo Joven de la Burrina?
– Hace ya más de cinco años gracias a un compañero de los Ramos, Sergio Berrocal. Fue él quien tuvo la idea, quien lo fundó, quien inició todo. Con los años ha ido dejando paso y ahora tiene otras tareas en la directiva. Yo he pasado a coordinarlo junto con mi compañero Julio Martín, que también es vocal joven de la cofradía de los Ramos.
– ¿Con qué fin se gestó y qué funciones tiene?
– El grupo se creó principalmente para acercar a los jóvenes a la hermandad, son muy importantes, porque suponen el relevo generacional, y actualmente, gracias a Dios, en la Semana Santa hay un buen número participando. Además, la cofradía tiene suerte de contar con muchos porque los atrae, con procesiones como la de la Burrina. A partir de ahí hemos crecido y a día de hoy somos más de 200, con edades de 8 a 30 años. En Cuaresma hemos desarrollado numerosas actividades, como dos conciertos de la Agrupación de la Misericordia y de la Banda del Espíritu Santo, visitas a conventos como el de las Jerónima (donde hemos realizado una jornada de convivencia y les hemos podido preguntar nuestras dudas), ayuda en traslados, montaje, venta de palmas, mesa de ofrendas…
– ¿Les dejan margen de decisión y responsabilidad?
– Sí, es lo bueno. Años atrás, las cofradías no tenían tan en cuenta a los jóvenes. Siempre digo que es una suerte contar con la directiva de los Ramos, con Luisma, el mayordomo, que nos apoya en cualquier decisión, y con toda la directiva.
– Entonces… ¿Cáceres tiene reemplazo para una Pasión tan intensa en procesiones y pasos?
–Sí, en mi opinión existe actualmente un buen relevo generacional. La mayoría de las cofradías lo tienen. Hay algunas, quizás más antiguas, que deben incentivar un poco a los jóvenes, porque acogen a gente más mayor, pero en general el futuro está asegurado. Solo tienes que ir por la calle en Semana Santa y ver a tantísimos jóvenes participando. Da gusto.
¿Esa savia es nueva o viene desde hace ya años?
– – Desde que yo entré en las hermandades vengo percibiendo esa fuerza. En Cáceres, somos un mundo cofrade joven enorme.
– ¿Y por qué os acercáis a las cofradías? ¿Qué os gusta de ellas?
– Hay de todo: jóvenes que se acercan por tradición familiar (una mayoría), que a veces siguen y a veces no; y otros que no conocían el mundo cofrade y ni siquiera tenían raíces religiosas, lo prueban y les encanta. Independientemente de eso, estamos todos en el mismo camino. Lo hemos elegido porque es un mundo muy bonito. Además de todo lo que se ve, detrás hay mucho trabajo, mucho esfuerzo, disfrutas y creas grandes relaciones. Buena parte de mis amistades importantes son de las cofradías, y cada año más, porque no para de llegar gente nueva. Los jóvenes se sorprenden, piensan una cosa y luego en verdad encuentran otra.
«Conozco a muchos de mis amigos por las cofradías, y cada vez más, porque no para de llegar gente»
¿Valoráis que esta Semana Santa de Interés Turístico Internacional, en una ciudad Patrimonio de la Humanidad, supone un privilegio?
– – Claro, es nuestra Semana Santa, y además, singular. Mezclamos influencias castellanas y andaluzas, y eso es precisamente lo que la hace nuestra, tan cacereña, con todos los que la formamos.
¿Cómo os llega la información que os acerca a las hermandades?
– – A día de hoy, por suerte, tenemos un avance tecnológico muy grande. Nos llega sobre todo por redes sociales, desde canales de difusión de WhatsApp hasta el resto de las plataformas, porque la mayoría de las cofradías ya las utilizan. Se han convertido en el modo de difusión principal. Luego, individualmente, se siguen enviando correos electrónicos y cartas a mano para quienes no están tan conectados.
– A su generación le gusta más cargar que ir de hermano de escolta...
– Sí, es verdad, y a veces los jóvenes se meten a cargar antes incluso de la edad. Yo pienso que esto es una evolución y que todos tendríamos que pasar por las distintas funciones, porque es muy bonito, desde la fila de los niños hasta capuchón, hermana de carga…
«Hay jóvenes con mucha cabeza, que son y serán importantes para la Semana Santa»
¿Usted se pone bajo las andas?
–
– Sí, lo he hecho con la Burrina, el Perdón, el Cristo de la Buena Muerte, la Esperanza, el Cristo del Calvario y la Virgen del Sagrario.
– ¿Qué pedís a las cofradías?
– Que nos sigan escuchando y que se fíen de nuestro trabajo. Hay jóvenes con bastantes cualidades y mucha cabeza, que son y serán muy importantes para la Semana Santa cacereña.