El Periódico Extremadura

El Amparo salió, pero el Perdón y el Despojado no arriesgaro­n

Las cofradías de Fátima y San Juan no se atrevieron a dejar sus templos por las previsione­s tan inestables El Amparo sí lo hizo a las once de la noche por uno de los recorridos más largos, de la Montaña a San Mateo

- LOLA LUCEÑO caceres@extremadur­a.elperiódic­o.com CÁCERES

Hay jornadas difíciles para las hermandade­s, y luego están las imposibles. El Martes Santo ha sido una de ellas, una prueba de fuego para los nervios de las juntas de gobierno de las cofradías cacereñas. No se puede pasar de la ilusión al desencanto, de la esperanza al recelo, en pocas horas, para volver a apasionars­e y decepciona­rse, y todo ello mirando con un ojo al cielo y con otro a la Aemet. Tras un día de sol, de nubes, de chubascos, de calma, de viento y de frío, el Despojado y el Perdón decidieron suspender sus procesione­s. No llovía en el momento de comunicarl­o, pero las nubes de agua eran evidentes y las directivas tenían clara su responsabi­lidad. En cambio, el Amparo pudo aprovechar horas más tarde una ventana del tiempo, y salió con dos turnos completos de carga.

«Hemos valorado todos los pros y los contras, y al final, viendo la inestabili­dad que hay, y dado que el tiempo no da ninguna certeza, hemos decidido no realizar este año la estación de penitencia», anunció Alberto Portillo, mayordomo de Jesús de la Lealtad Despojado, a todos los hermanos reunidos en la iglesia de Fátima a las 20.40 horas, tras dos demoras de quince minutos. Se trata de la primera procesión que se suspende este año por la lluvia en la ciudad, y la primera vez que la cofradía más joven de la Semana Santa cacereña se queda en puertas. Ya se estrenó con un ambiente desapacibl­e en 2022, pero en aquella ocasión se arriesgó y sorteó la lluvia.

Sin embargo, el Despojado tenía previsto realizar esta vez un largo itinerario cruzando todo el centro hasta Santo Domingo, donde iba a realizar su estación de penitencia. «Ha sido una decisión muy dura pero la más sabia para todos. Aunque nos duele mucho, preferimos pecar de prudentes que de arriesgado­s», dijo el mayordomo. «Ahora mismo las prediccion­es no daban lluvia y aun así ha caído un pequeño aguacero, no debemos arriesgar a los niños, a los nazarenos, a las bandas ni a Jesús Despojado», subrayó.

Los costaleros, que en esta cofradía tienen entre 20 y 40 años, no podían evitar el disgusto. Llevan meses ensayando y habían reunido dos cuadrillas completas, todo un hito en una hermandad recién creada. Además, el tiempo fue cruel con ellos. La mañana amaneció con sol y los ánimos se vinieron arriba. Los aguaceros de primeras horas de la tarde estaban anunciados, eran esperables. Pero a las ocho, hora de salida de la procesión, la lluvia se empeñaba en volver, y no caían precisamen­te cuatro gotas. «Estamos muy nerviosos, llevamos todo el año esperando», reconocía José Luis Barrantes, veterano de segundo año. A las ocho y cuarto amainó. Los más jóvenes estaban todavía esperanzad­os. Los mayores lo tenían claro y solo esperaban la confirmaci­ón de la suspensión.

Ioane y Nerea esperaban estrenarse como costaleras y no podían evitar las lágrimas. «¿Por qué lloro? No sé dar una explicació­n. Conoces a la hermandad, empiezas con ella, decides estar aquí, y después de tantos ensayos duele quedarse en casa», argumentab­a Nerea. «Esto es una familia, me puede el sentimient­o porque aquí he aprendido cosas que nunca me habían enseñado», se sinceraba Ioane.

Pese al mal tiempo, los exteriores de los templos que hacen de sedes canónicas de las cofradías del

Martes Santo, estaban llenos de gente que esperaba la salida de las hermandade­s. Estoicamen­te, con frío y con paraguas, no se movían. De hecho, al suspenders­e la salida del Despojado, el público se dirigió desde Fátima a San Juan. «A ver si esta la salvamos», comentaba un grupo de chavales mientras se apresuraba Cánovas abajo. Pero tampoco pudo ser. Pronto se vio a los hermanos de los Ramos con su caracterís­tica esclavina morada subir por San Antón. «¿Se ha suspendido el Perdón?» «Se acaba de suspender».

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SAN JUAN, TAMPOCO Efectivame­nte. A las 20.45 horas, quince minutos después del inicio fijado, la junta de gobierno de la Real y Fervorosa Hermandad de los Ramos subió al altar para comunicar lo evidente. Luis Manuel Rodríguez Parra, su mayordomo, explicó que las previsione­s daban posibilida­d de lluvia. Optaron por salvaguard­ar «la integridad de nuestro patrimonio, de nuestra talla y de los hermanos más pequeños, para evitar cualquier contratiem­po».

Quedaba suspendida la procesión más íntima de las tres que saca esta cofradía en solo cuatro días. Se trata de un vía crucis con Nuestro padre Jesús del Perdón, una talla del siglo XVII rescatada de Granadilla

cuando el pueblo quedó muerto por la construcci­ón del pantano Gabriel y Galán. Desfila el Martes Santo hasta los tres conventos de clausura (San Pablo, Santa Clara y las Jerónimas) con una estética muy peculiar, en silencio, con música de capilla, en una atmósfera especialme­nte espiritual y recogida. Finalmente, el vía crucis se realizó en el interior de San Juan, con las excelencia­s musicales de Sacrum Trío.

La talla, ornamentad­a siempre de un modo muy especial, llevaba un bello homenaje al campo extremeño, con encina, tomillo, retama, brezo y lirios. También suponía un guiño al entorno del santuario de la Virgen de la Montaña, en el centenario de su coronación. Estos son los detalles que hacen especial a la cofradía de los Ramos.

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DESDE LA MONTAÑA Faltaba la tercera procesión, precisamen­te la que menos suele arriesgar en caso de lluvia. El Santísimo Cristo del Amparo

tenía previsto salir a las once de la noche desde su ermita, en la falda de la Montaña, para realizar un recorrido especialme­nte largo, con el mayor de los encantos, por San Marquino, Fuente Concejo, el sabor popular de Caleros (donde le llueven saetas), Santiago, el Socorro, Santa María y, desde allí, todos los adarves arriba buscando la calle Ancha para finalizar en San Mateo. Todo ello con pocas posibilida­des de resguardo en caso de aguacero.

A las diez de la noche la decisión no estaba tomada. Concejo volvía a concitar al público pese al frío. Los hermanos seguían deliberand­o junto a esta nazareno del siglo XVII, que lleva la sencillez al extremo, siguiendo la identidad de su cofradía, posiblemen­te la más austera.

Finalmente, a las diez y media se anunció la salida. La creación este año de una estructura de cinco metros en el patio de la ermita, ha permitido, por primera vez en la historia de la hermandad, tener a punto la imagen sobre sus andas, algo hasta ahora imposible en días de meteorolog­ía dudosa. Y así, el Amparo fue la única en procesiona­r el Martes Santo, resarciend­o a los cacereños de tantas idas y venidas, a los saeteros de tanta incertidum­bre, y a los cofrades de tanta congoja por lo que está por venir estos días.

En Fátima esperaron media hora y en San Juan se tomaron quince minutos, pero al final no pudo ser

 ?? ?? Costaleros del Despojado al conocer que la procesión se suspendía. En tres años han logrado dos cuadrillas completas.
Costaleros del Despojado al conocer que la procesión se suspendía. En tres años han logrado dos cuadrillas completas.
 ?? ?? La hermandad abrió la entrada al paso para que el público pudiera verlo.
La hermandad abrió la entrada al paso para que el público pudiera verlo.
 ?? ?? Los nazarenos de Fátima se preparaban confiando en las posibilida­des.
Los nazarenos de Fátima se preparaban confiando en las posibilida­des.
 ?? ?? Primer tramo del Santo Cristo del Amparo, a su llegada a la barriada de San Marquino.
Primer tramo del Santo Cristo del Amparo, a su llegada a la barriada de San Marquino.
 ?? ?? Hermanos de la cofradía que tiene su ermita en la Montaña, antes de la salida.
Hermanos de la cofradía que tiene su ermita en la Montaña, antes de la salida.
 ?? ?? Cofrades de los Ramos realizan el vía crucis por el interior del templo.
Cofrades de los Ramos realizan el vía crucis por el interior del templo.
 ?? ?? El público se concentró en las calles pese al frío, el viento y la lluvia.
El público se concentró en las calles pese al frío, el viento y la lluvia.
 ?? ?? Desazón en el templo de San Juan al anunciarse la decisión.
Desazón en el templo de San Juan al anunciarse la decisión.

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