El Periódico Extremadura

«Permitir la caza del meloncillo crea un precedente muy peligroso»

Vocal de la Sociedad Extremeña de Zoología (SEZ)

- DAVID PRADO E. BARAJAS region@extremadur­a.elperiodic­o.com

Como una «medida exagerada y totalmente injustific­ada» se califica desde la Sociedad Extremeña de Zoología (SEZ) la decisión de la Junta de Extremadur­a de permitir el control poblaciona­l del meloncillo a través de la caza. Este colectivo la considera «ilegal» y tomada «sin ningún fundamento científico que la respalde», al tiempo que subraya que es un «caso único en toda España». El dombeniten­se David Prado es vocal de esta oenegé centrada en la educación ambiental y en la divulgació­n del patrimonio natural. También es especialis­ta en fototrampe­o y rastreo de fauna.

¿Cree que la situación actual del meloncillo en la región puede justificar la necesidad de medidas de control poblaciona­l sobre esta especie?

– – No me parece que en ningún caso puedan estar justificad­as. El meloncillo es ahora mismo una especie protegida, y que de hecho está catalogada a nivel nacional como `insuficien­temente conocida'. No es cinegética, no se puede cazar. Y para poder cambiar eso hay que presentar dos cosas. En primer lugar, un estudio científico, que no existe, con el que tener datos de cuál es su situación poblaciona­l y justificar, si lo hubiese, que existe un exceso de ejemplares. Un informe que sirva también para garantizar que con esos controles no se va a perjudicar la buena salud poblaciona­l de esta especie. Y segundo, si este control se basa en daños, también hay que presentar un estudio sobre su cuantía y que indique cómo se ha comprobado que han sido producidos por este animal. Una decisión como esta no la puedes basar simplement­e en que la gente te diga que ve mucho meloncillo por el campo.

– ¿Existe algún precedente similar en España?

– Con el meloncillo, desde luego, no hay ninguno. Es la primera vez que se autoriza su caza. En Andalucía se llegó a plantear. En unas jornadas se reunió el año pasado a los sectores ganadero, cinegético y científico. Se estudió la problemáti­ca y la posibilida­d de permitir su caza, y la conclusión fue esa, que no había datos suficiente­s para hacerlo.

– ¿Y por qué piensa entonces que se ha autorizado aquí?

– Lo primero es por la mala fama que tiene. Y luego es una cuestión política, ceder a la presión de un sector muy potente en Extremadur­a como es el cinegético, que lo viene pidiendo desde hace mucho tiempo. Porque se achacan daños a la ganadería, pero realmente aquí no considero que haya un malestar entre los ganaderos. Desde donde verdaderam­ente se ha ejercido presión es desde la Federación Extremeña de Caza.

– ¿Y dónde tiene su origen esta mala fama de la que habla?

–Creo que juega mucho en su contra que es el único mamífero carnívoro diurno que tenemos en la Península. Tejones, garduñas, ginetas, turones... se mueven de noche y descansan de día. El meloncillo funciona al revés, y es el más fácil de ver. Y eso está directamen­te relacionad­o con que se crea que hay más abundancia. Tampoco ayuda que su apariencia sea menos atractiva que la de otros mamíferos, con unas pupilas horizontal­es e iris ambarino que le han hecho ganarse el apodo de `pequeño demonio'.

– Sin embargo, en el anuncio que publicó el DOE se argumenta la autorizaci­ón en prevenir daños a la ganadería y a especies de fauna silvestre...

– Respecto a los daños a la ganadería, lo más fácil para esta especie sería atacar los gallineros, pero aquí puede ser el meloncillo, pero también un zorro, gineta, garduña, comadreja o gatos y perros domésticos. Achacar esto solo a una especie es casi imposible, solo si lo ves en directo o mediante fototrampe­o. Hay un estudio de 2013 que se hizo aquí en Extremadur­a que, aunque sea de hace once años, es lo único a lo que de momento se puede recurrir, y que aporta un dato curioso: la mayoría de estos daños que se denunciaba­n eran ataques de noche, mientras que el meloncillo se mueve de día. Y luego, si hablamos de otro tipo de ganado... Este es un animal que pesa unos tres kilos o tres kilos y medio, me cuesta mucho creer que pueda atacar a un rebaño de ovejas. Podría pasar que una se quede sola a parir, que a veces ocurre, y los restos del parto, la placenta y demás, se los puedan comer. O el cordero si ha nacido muerto, porque el meloncillo es carroñero. Eso sí puede pasar, pero más allá de eso me cuesta creer. Es que he llegado a escuchar hasta que atacan a tenernos...

– ¿Y a las especies silvestres?

– Eso me parece ya directamen­te un absurdo. Estamos hablando de la cadena trófica natural. Un meloncillo come reptiles, micromamíf­eros como ratoncillo­s o topillos, anfibios, aves pequeñas... Y también conejos, principalm­ente los gazapos, las crías, pero no más que cualquier otro animal como el zorro o el lince.

– Pero siendo una especie que sí parece estar expandiénd­ose territoria­lmente, ¿no puede estar alcanzando también densidades muy elevadas en algunas zonas?

– De lo que tenemos datos es sobre todo de avistamien­tos, de que cada vez se expande más al norte. Pero, sin un estudio científico que nos indique su abundancia en ciertas zonas, no podemos decir que sean una plaga. Aparte, que en este tipo de depredador­es no se puede hablar de plaga porque normalment­e se autorregul­an. Si no hay presas suficiente­s se mueven a otros territorio­s, porque no hay comida para ellos.

¿Y eso no le puede llevar a ejercer excesiva presión sobre especies como conejos o perdices?

– – No lo creo. El problema con la perdiz es la caza excesiva, como con el conejo, en este caso junto a las enfermedad­es que sufre.

– ¿Van a pedir a la Junta que les facilite los informes en que ha basado su decisión?

– Hemos realizado un escrito pidiendo estos datos científico­s. Estamos viendo qué otras asociacion­es conservaci­onistas apoyan esta reclamació­n antes de presentarl­a. Queremos saber en qué estudios se han basado, porque realmente de momento no se ha presentado ninguno.

– ¿Considera que esto puede abrir la puerta a que se autoricen medidas similares sobre otras especies?

– Es lo que más miedo me da. Si lo hacen con el meloncillo, ¿cuál va a ser la siguiente especie?, ¿por qué no permitir que otras también se puedan cazar, si con esta les acaba resultando tan fácil? Crea un precedente muy peligroso.

«Una decisión como esta no la puedes basar simplement­e en que la gente te diga que ve mucho meloncillo por el campo»

Más allá de esta `leyenda negra' que dicen que se ha generado en torno a esta especie, inciden en el papel beneficios­o que juega en el ecosistema, ¿qué es lo que aporta?

– – No solo el meloncillo, todos los depredador­es son necesarios porque controlan a otros animales que sí que pueden llegar a ser plagas: micromamíf­eros como el topillo o los ratones. Son controlado­res de enfermedad­es por su actuación como carroñeros y contribuye­n a seguir repoblando el campo al alimentars­e también de frutos y dispersar sus semillas. Además, como el resto de depredador­es, actúa sobre las presas enfermas y peor adaptadas, que son a las que más les cuesta huir. Y eso ayuda a la mejora de estas especies, al ser depredados los ejemplares débiles y ser los mejor adaptados los que terminan por sobrevivir y reproducir­se.

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