Europa afronta la confluencia de los lobos solitarios con células yihadistas
La dispersión de Al Qaeda y Estado Islámico y la irrupción del ISIS de Jorasán duplica la amenaza El peligro de que se produzcan grandes atentados planificados reaparece después de siete años
La evolución operativa del integrismo yihadista y la dispersión de las estructuras centrales de Al Qaeda y Estado Islámico en ramas regionales enfrenta a Europa ya este año a una nueva etapa de terrorismo, con dos fenómenos: el de los ataques espontáneos de actores individuales autorradicalizados y el de los atentados planeados por células organizadas, con apoyo logístico e instrucciones de una matriz.
Es una de las principales conclusiones que se desprenden del Anuario del Terrorismo Yihadista 2023, que publica el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET), dependiente de la organización vasca de víctimas COVITE. La entidad, principal atalaya española no policial de análisis del fenómeno radical y violento, hizo el martes público su resumen y en el estudio emerge un actor que consolida su papel global: la rama de Estado Islámico (o Daesh, o ISIS) en la provincia histórica de Jorasán (también Khorasán, en su adaptación del inglés), y que abarca territorios de Turkmenistán, Afganistán, Irán, Uzbekistán y Tayikistán.
Se le llama Estado Islámico del Jorasán o técnicamente, ISKP o ISK. Sus siglas se han hecho trágicamente más famosas con la matanza cometida el pasado viernes en el Crocus City Hall de las afueras de Moscú, con 137 víctimas. Su emergencia está detrás también de un aumento de la letalidad registrada el año pasado.
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HIJO EMANCIPADO «La descentralización de Estado Islámico y Al Qaeda ha provocado el crecimiento de sus franquicias regionales, pero ISKP ha ampliado sus objetivos a nivel global, hasta el punto de que se convierte en competencia de su propia matriz», señala Carlos Igualada, director del OIET. Habla de nuevo paradigma tras un año en el que detenciones, desarticulaciones e investigaciones policiales en Alemania, Austria, Suecia y Francia que han evidenciado la presencia de tumoraciones de este grupo terrorista en el tejido europeo, y antes de que acreditaran su letalidad atacando recientemente en Irán y Moscú.
La irrupción de ISKP condena a Occidente, especialmente a Europa,
a una doble amenaza. Para las Fuerzas de Seguridad españolas sigue vigente como principal riesgo terrorista el de los actores solitarios, ataques low cost sin más instrucciones que las que ellos mismos interpretan de la propaganda on line; pero en toda Europa reaparece, como en el periodo 2014-2017, el peligro de equipos de yihadistas para grandes atentados planeados para cosechar grandes listas de víctimas.
«Son dos modelos de terrorismo para esta etapa –explica Igualada–. Por un lado, el de individuos sin vínculos directos con organizaciones que atacan con un cuchillo, un coche o lo que tengan al alcance, y por otro un modelo más coordinado, con instrucciones
de una central y con recursos logísticos, operativos y económicos». A este segundo pertenece el grupo de asesinos que mató en Moscú. Para Igualada, existe el riesgo de que estas células se conecten entre sí, pero también el de una combinación de los dos fenómenos, «y que una célula de ISKP interesada en asentarse en Europa reciba acogida de un actor solitario».
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MÁS MUERTOS Estado Islámico y Al Qaeda mantienen sus postulados ideológicos de consecución del califato universal, si bien con distintas estrategias, mientras pierden capacidades globales en beneficio de sus ramas regionales. En ese panorama, ISKP, hijo del primero, trae una renovada agresividad y objetivos en Europa que lo emancipan de su recinto regional centroasiático.
A lo largo de 2023, el terrorismo islamista se cobró la vida de 9.572 víctimas en 2.304 ataques. Es el recuento del OIET, en el que se refleja un endurecimiento de esta actividad criminal: si bien el número de atentados es similar al de 2022 (2.270 ataques), el número de víctimas se ha disparado desde las 8.305 de hace un año.
Según el informe, este aumento de la letalidad del yihadismo se explica en la acción del ISIS del Jorasán, pero África Occidental sigue siendo «epicentro de actividad». Es la región en la que el ministerio español de Defensa trata de convencer a sus socios europeos de no perder los ojos. OIET lo considera «el mayor foco de actividad yihadista mundial», y Mali y Burkina Faso son los dos países más afectados, con casi la mitad de todas las víctimas del año.
Existe el riesgo de que estas células se conecten y también una combinación de los dos fenómenos
A lo largo de 2023, el terrorismo islamista se cobró la vida de 9.572 víctimas en 2.304 ataques
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EVOLUCIÓN Los autores del informe observan también que ha habido una evolución en las narrativas del yihadismo: instrumentalizar conflictos modernos. El principal, el de Israel y Hamás. «Este contexto es propicio para originar nuevos procesos de radicalización y acelerar otros ya existentes», considera el OIET. Esa instrumentalización de la tragedia de Gaza llevará «a corto plazo» a «un potencial aumento de atentados terroristas sobre objetivos israelís y occidentales por todo el mundo», aseguran los expertos.
Los propagandistas del yihadismo aprovechan también otros acontecimientos de actualidad, como la quema de ejemplares del Corán en Suecia, los choques armados en Sudán o la propia guerra de Ucrania para crear «un discurso interesado y sesgado según sus intereses», opinan.
Del anuario no solo se desprenden advertencias sobre nuevos riesgos. También se constata cómo la lucha antiterrorista y la cooperación internacional han provocado que Al Qaeda y Estado Islámico hayan perdido cabecillas y cargos intermedios que ocupaban posiciones clave para organizar nuevos atentados. Además, diversas acciones de los talibanes de Afganistán han contenido en ese país la pujanza del ISKP, que, a nivel local, desarrolla una campaña contra el Gobierno de Kabul.