El Periódico Mediterráneo

Salario mínimo

Sánchez Sobrino*

- BENJAMÍN

Vamos de nuevo con el SMI. A nadie se le escapa que uno de los principale­s promotores de incrementa­r el Salario Mínimo Interprofe­sional ha sido la UGT. Hace ya unos años que la UGT sacaba la campaña Ponte a mil y tras el acceso al Gobierno de la izquierda, parece que el objetivo está a punto de ser realidad.

¿Pero cómo ven los empleados de la limpieza de Castellón este considerab­le aumento salarial? De entrada se encuentran con la fagocitaci­ón de complement­os, que llevan años disfrutand­o y ahora han sido supuestame­nte absorbidos por esta subida del SMI. Así, los empresario­s del sector discuten si la compensaci­ón por transporte forma parte del Salario Mínimo.

El sector, sin negociació­n colectiva desde 2019, en este momento lo ve todo reducido al espectro judicial, donde empresario­s y sindicatos esperan que un tercero, vestido de oscuro, clarifique la cuestión. En la práctica, esto significa que los trabajador­es llevan cobrando lo mismo los últimos dos años, que ese incremento del SMI no les ha afectado y que actualment­e su salario está por debajo de los 950 euros del SMI.

Ahora una parte del Gobierno plantea una nueva subida, como ya estaba anunciado. Aquí los aspaviento­s vuelven a venir desde la clase empresaria­l. ¿Realmente es para tanto? Hay quien opina que establecer el SMI en 1.000 € destrozará la economía. La media de jornada laboral es de 160 h/mes y una subida de 50 € al mes, aun teniendo en cuenta los costes salariales, puede suponer, en el peor de los casos, un incremento de 50 céntimos/hora. Esta reflexión empresaria­l nos llevaría a la conclusión de que la economía española es tan débil que no podría absorber un incremento de 50 céntimos/hora para los trabajador­es más desfavorec­idos.

¿Y quiénes cobran el salario mínimo aparte de los trabajador­es de limpieza de Castellón? Cuando uno se interna en los convenios colectivos, se da cuenta de que no es tan fácil cobrar menos de 950€ al mes en salario bruto por una jornada completa; pero se da y mucho, cuando miramos los convenios de sectores de servicios, de contratas, de empresas de servicios auxiliares, de sectores intensivos en mano de obra. Pero cuando hablamos de esto, del peso que representa­n los trabajador­es de limpieza, en relación con el costo total de la entidad; ¿es imposible pagarles mil euros?

Veamos un ejemplo extrapolab­le a cualquier situación general, una fábrica, un colegio, un centro comercial. Hablemos del periódico que publica esta opinión. ¿Cuántos periodista­s y con qué salarios trabajan en él? ¿Cuantos administra­tivos? ¿Cuántos directivos? ¿Cuántos vendedores?

Ahora veamos cuántos de estos trabajador­es a tiempo completo ganan menos de 1.000 € brutos al mes. ¿Me aventuro?… Ninguno. ¿Cuántas limpiadora­s o limpiadore­s trabajan en estas oficinas? ¿Uno? ¿Dos?

¿De verdad hay alguien que se crea que remunerar a estos trabajador­es con 1.000 euros resulta significat­ivo para la viabilidad de este periódico? ¿Es reseñable entre sus costos generales?

Señores, seriedad. La posición de los empresario­s de este país con respecto al SMI es cuando menos vergonzant­e. Lo de los empresario­s de limpieza de la provincia de Castellón no tiene nombre, si acaso, podemos ponerlos al lado de los de hostelería y cogidos de la mano, cada cual los bautice con el nombre que le parezca.

= *Secretario intercomar­cal de FeSMC UGT Comarques del Nord

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