Primera ajusticiada en 67 años
La ejecución de la única rea en el corredor de la muerte es uno de los últimos actos del presidente
En una de las últimas decisiones con el sello de Donald Trump, no ha habido clemencia. La asesina convicta Lisa Montgomery, de 52 años, fue ejecutada de madrugada a través de una inyección letal en la prisión de Terre Haute (Indiana), convirtiéndose en la primera mujer ajusticiada a nivel federal en 67 años. Su abogada luchó hasta el último minuto para salvar la vida de una mujer apelando a su enfermedad mental sin negar en ningún momento la gravedad de los hechos que cometió. En el 2004, Montgomery asesinó a una mujer de 23 años embarazada de ocho meses, le abrió el útero con un cuchillo de cocina y se llevó al bebé que sobrevivió. Ella no podía tener más hijos. Igualmente salvaje es el pasado de la asesina, violada sistemáticamente por su padrastro y utilizada por la madre para el tráfico sexual.
La sexta mujer sometida a una ejecución federal en EEUU no pudo ver llegar al presidente demócrata, Joe Biden, que se muestra contrario a la pena capital. Dos días antes un juez había frenado la ejecución para ordenar una revisión psicológica al considerar que había dudas sobre su capacidad para entender el motivo de su ejecución por su «divorcio con la realidad». Solo un día después, el Tribunal Supremo dejó en papel mojado la suspensión y ordenó la ejecución inmediata. La decisión estuvo reñida porque tres jueces progresistas estaban en desacuerdo. Fue de madrugada, ante un grupo de periodistas colocados en una habitación contigua.
Desde la reanudación en julio de las ejecuciones a nivel federal, tras 17 años de pausa, se ha aplicado la pena capital a diez hombres. Además de Montgomery, la Administración Trump prevé ejecutar a dos afroamericanos esta semana: Corey Johnson, y Dustin Higgs. Pero en su caso contraer el covid puede ser su salvación. La inyección letal podría causarles un sufrimiento ilegal, consideraron los jueces. =