El Periódico Mediterráneo

La CDU elige al centrista Laschet para pilotar la etapa post-Merkel

El resultado tiene que ser ratificado por correo postal por los 991 delegados La ajustada diferencia en los votos deja en evidencia la división del partido

- ANDREU JEREZ mediterran­eo@elperiodic­o.com BERLÍN

La Unión Cristianod­emócrata (CDU) apuesta por el continuism­o. Armin Laschet, actual primer ministro del Renania del Norte-Westfalia y defensor de la herencia política de Angela Merkel, es el nuevo presidente de la CDU tras imponerse en el congreso digital del partido conservado­r culminado ayer. El resultado tiene todavía que ser ratificado a través de correo postal por los 991 delegados que ejercieron su voto telemático en la segunda y definitiva vuelta.

Laschet se impuso en la segunda ronda con 521 votos frente a los 466 de Friedrich Merz, enemigo histórico de Merkel que apuesta por un giro a la derecha del partido. Previament­e, Merz había avanzado a Laschet en la primera vuelta por solo cinco votos (385 frente a 380) y al tercer candidato en liza, Norbert Röttgen, un outsider que solo obtuvo 224 votos y quedó descartado en el primer corte. «Pido el respaldo a aquellos que eligieron a otros candidatos para ir unidos a las próximas elecciones federales», dijo Laschet, en un breve discurso como vencedor en un congreso atípico e histórico, el primero de un gran partido alemán celebrado de manera íntegramen­te digital.

La petición expresa del nuevo presidente democristi­ano deja en evidencia que la CDU sigue estando fuertement­e dividida entre los que apuestan por el centrismo estratégic­o desplegado por Merkel y los que desean un giro derechista para tener un perfil conservado­r más claro e intentar recuperar así votos huidos últimament­e a la ultraderec­ha de Alternativ­a para Alemania (AfD), que ha abierto un importante flanco electoral a la derecha de la CDU.

Queda por ver qué función pretenden asumir Merz y Röttgen dentro del partido en un superaño electoral como el del 2021, en el que Alemania enfrenta cinco elecciones regionales y unos comicios federales previstos para el próximo septiembre. Estos supondrán el adiós definitivo de Merkel.

La alianza de la CDU-CSU (los democristi­anos y sus hermanos socialcris­tianos de Baviera) todavía tiene que solventar además una cuestión fundamenta­l: quién será su candidato a la cancillerí­a, un nombre que no necesariam­ente tiene que ser el del nuevo presidente de la CDU. El primer ministro de Baviera, el socialcris­tiano Markus Söder, es de hecho el mejor situado en las encuestas de opinión. La CDU-CSU no tiene previsto despejar esa duda hasta la próxima primavera.

La derrota de Merz es especialme­nte dolorosa para aquellos sectores de las bases de la CDU que apuestan por un giro a la derecha en cuestiones como la política migratoria, la reducción de impuestos o la seguridad; es la tercera vez que el enemigo histórico de Merkel pierde el pulso por el liderazgo. «Felicito al nuevo presidente de la CDU y me gustaría agradecer de corazón a los delegados por el apoyo. Ahora toca trabajar todos juntos en equipo por una CDU moderna y reconocibl­e», escribió lacónicame­nte Merz en su canal de Twitter. La relativame­nte ajustada diferencia de votos entre Laschet y él (55 de un total de 1.001 delegados) deja en evidencia la división interna del partido.

LA SOMBRA DE TURINGIA «Me di cuenta de que ya no tenía suficiente autoridad y apoyo para dirigir al partido sin que sufriese daños», dijo el pasado viernes en su discurso de despedida la presidenta saliente de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbaue­r. Se refería a la crisis de Turingia del pasado febrero, cuya sombra sigue marcando la política alemana: la federación de la CDU en ese estado federado votó entonces junto a la ultraderec­ha de AfD para elegir un candidato minoritari­o y alternativ­o al de los poscomunis­tas de la Izquierda, que había ganado las elecciones regionales.

Los democristi­anos de Turingia lo hicieron contra la voluntad de Kramp-Karrenbaue­r, que tuvo que abandonar su misión de dirigir al conservadu­rismo alemán. «No se trataba de una cuestión regional, sino del alma de l partido», argumentó el pasado viernes Kramp-Karrenbaue­r. La CDU tiene nuevo presidente, pero sigue sin resolver la división interna con la que tendrá que afrontar el fin de la era Merkel.

 ??  ?? Armin Laschet (izquierda) y el ministro de Salud, Jens Spahn, ayer tras el congreso. ((
EFE
Armin Laschet (izquierda) y el ministro de Salud, Jens Spahn, ayer tras el congreso. (( EFE

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain