Acompañar a las personas mayores
Firma invitada Granero*
El año 2020 que acabamos de despedir ha sido especialmente duro y angustioso para las personas mayores. La emergencia sanitaria y social por coronavirus que llevó a decretar un estado de alarma y un duro confinamiento supuso el aislamiento de muchos de ellos y la suspensión de sus rutinas. Una situación que nos llevó a reforzar y activar todos los servicios necesarios, y a crear nuevos, para acompañarles en los
Apeores meses de la pandemia.
Y lo hicimos desde varios frentes. Desde Bienestar Social, reforzando al máximo los servicios de atención a domicilio básicos como el Menjar a casa. Lo hicimos también desde Gente Mayor redirigiendo actividades a la vía on line y posibilitando el mantenimiento de un punto de encuentro (virtual) en el que seguir avanzando hacia un envejecimiento saludable, activo y social. También les acompañamos durante la desescalada activando un seguimiento telefónico a mayores de 65 años que vivían solos y solas para conocer sus necesidades e informar de los servicios municipales a los que podían acogerse.
Y en este acompañamiento tampoco
hora que Cataluña anda tan encrespada en sus afanes separatistas, me viene a la memoria una anécdota de Felipe II, respecto del viaje que llevó a cabo a la Villa de Monzón para que, el 20 de mayo de 1585, el pequeño Felipe de Habsburgo, fuera jurado heredero de la corona de Aragón. Ello supuso un prolongado periplo que llevó al rey, al príncipe y a las infantas por tierras de Aragón, Cataluña y Valencia. He de decir que el soberano, en esta ocasión, visitó Castelló, por segunda vez. Pues bien, en el trayecto, la comitiva se dirigió, a visitar el monasterio de Poblet, a cuyo abad se había dado preventivamente la noticia del arribo del monarca. Para prevenir la recepción el correo real, que precedía a la cohorte, se llegó al monasterio y halló la puerta cerrada. A sus fuertes aldabonazos le abrió el hermano portero.
--Abrid en seguida --refirió el heraldo--. Apresuraos, porque el rey llega tras de mí.
--¿Qué rey? --preguntó el portero. hemos abandonado el factor psicológico. Desde la Concejalía de Gente Mayor redirigimos a la vía telefónica el servicio gratuito de atención psicológica a mayores y lo ampliamos para atender a todas las personas que lo han requerido.
Este año, el servicio ha realizado 462 atenciones (más que en los tres años anteriores) y ha asistido a un total de 45 personas. Gracias a esta atención psicológica se ha podido abordar y manejar la angustia por la situación sanitaria y la necesidad de ser comprendidos ante una situación que les dejó aislados socialmente. También ahí ha estado el Ayuntamiento de Castelló.
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*Edila de Gente Mayor en Castelló
--El de España.
--Aquí no conocemos a ese señor rey.
--¿Estáis loco? --exclamó con un airado semblante el propio emisario--. Abrid a su majestad el rey de España don Felipe II.
--Aquí no conocemos al rey de España --respondió empecinado el fraile-- y no podemos en esta ocasión albergarle, por estar esperando a nuestro soberano.
El correo contrariado, retornó a referir lo sucedido al rey quien, sin inmutarse, le dijo:
--Hubierais dicho que ibais en nombre del conde de Barcelona y os hubiesen franqueado la puerta.
Así lo hizo el lacayo y al escuchar los monjes la jerarquía catalana del personaje, abrieron de par en par las puertas del cenobio y púdose ver en el atrio al abad Oliver, con todo el esplendor de la pompa religiosa, para dar el parabién al soberano de las Españas. Ya entonces los catalanes eran muy suyos.
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*Cronista oficial de Castelló