Un mal año para la clemenules
Las expectativas del negocio citrícola son buenas en este momento de la campaña, aunque productores y comercializadores esperan que no se repita lo ocurrido con la clemenules. La variedad más cultivada en los campos de Castellón empezó con buenos precios. Además, el aforo elaborado por la Conselleria mostró un aumento de la producción del 60%. A falta de unos días para acabar la cosecha, agricultores y responsables de almacenes coinciden en decir que este ha sido un mal año.
La primera complicación llegó con la falta de calibre. El final del verano fue seco y eso afectó al tamaño de la fruta. La que no llegó a los estándares de calidad demandados por la gran distribución tuvo una merma de precio y dificultades para salir al mercado. A ello se unió que las compras del resto de Europa fueron más tibias de lo previsto. El panorama habría sido distinto si las bajas temperaturas del inicio del 2021 hubieran llegado con unas semanas de antelación. Desde una cooperativa señalan que las liquidaciones «están siendo muy bajas y en estos momentos no se cubren gastos», por lo que esperan que los próximos meses, «con variedades que suelen dar más margen de beneficio, lo compensen».
Las mermas por calibre y plagas han sido elevadas. Carles Peris las cifra «entre el 20 y el 25%». La clemenules de buena calidad tuvo precios aceptables, pero un desaprovechamiento tan grande impide cuadrar números.