Sin subsidios ni baja maternal al no poder inscribir en el registro al bebé
La Seguridad Social no tramita las prestaciones al carecer de certificado de nacimiento y libro de familia Esta madre de les Alqueries está atrapada en un limbo burocrático que le impide reactivar el paro
El limbo burocrático en el que se encuentra una recién nacida de les Alqueries por los problemas administrativos con los que se han topado sus padres para tramitar su inscripción en el registro civil de Nules no acaban en el desconcierto y desamparo de no poder dejar constancia oficial de su existencia. Los progenitores, cuya historia dio a conocer ayer el periódico Mediterráneo, sufren otras consecuencias y es que Lorena (también es víctima de violencia de género por su ex) y su pareja actual no pueden tramitar la baja de maternidad y paternidad al no contar con el certificado de nacimiento y el libro de familia que requiere la Seguridad Social para iniciar el proceso.
El mensaje de correo electrónico que desde la Seguridad Social enviaron a la madre a finales de octubre, y al que este periódico ha tenido acceso, dice de forma literal: «Para acreditar el nacimiento únicamente sirve el libro de familia o certificado de nacimiento y con la documentación que nos aporta no se puede realizar el trámite».
La documentación a la que hacen referencia la Administración es la que recibieron en el hospital en el que dio a luz y el informe con el número de expediente del Registro Civil en el que se concreta que la solicitud está pendiente de resolución. Por si fuera poco, la afectada, que estaba cobrando el desempleo en el momento en que nació su hija, tampoco puede reactivar esa prestación, porque se sobreentiende que está percibiendo una ayuda por maternidad que no le ha sido denegada, sino que simplemente no se puede formalizar por la falta de documentación.
La situación en la que se encuentran Lorena y su familia es de lo más llamativa, y un ejemplo del bucle en el que pueden entrar algunos casos cuando se enfrentan a la rigidez de la Administración.
Como desveló ayer Mediterráneo, Lorena es víctima de violencia de género. Legalmente, sigue casada con su expareja, que ha estado dos años en prisión (salió en libertad el pasado lunes con una pulsera GPS para que no se acerque a ella), porque desde el 2018 está esperando un juicio que se ha demorado en el tiempo y cuya última fecha establecida es para marzo.
Esta vecina de les Alqueries rehizo su vida con otro hombre, con el que en octubre tuvo una hija a la que no han podido inscribir porque el Registro Civil debe acreditar
quién es el padre. De momento, no ha servido que hayan presentado un prueba de paternidad que está en manos de la Fiscalía, que debe ratificar su veracidad. Tampoco que Lorena niegue contacto alguno con su agresor en dos años, como podría comprobarse en los registros de entrada de la prisión de Albocàsser. Y así siguen desde hace 3 meses, sin avances.
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