Sanidad impulsa el aborto con fármacos hasta las 9 semanas
El Ministerio saca a consulta pública el cambio legal para interrumpir el embarazo Argumenta que es más económico y se puede prestar incluso en el ambulatorio
El Ministerio de Sanidad impulsa una modificación legal para que la interrupción voluntaria del embarazo hasta la novena semana de gestación se lleve a cabo con fármacos y no con un método quirúrgico de aspiración. Para ello, ha sacado a consulta pública la modificación del real decreto que desarrolló la ley del aborto de 2010, con el argumento de que la experiencia adquirida en estos años, así como los avances científicos en la materia, hacen que «ya no sean necesarias instalaciones quirúrgicas» para abortar, por lo que este servicio se puede prestar, mediante la prescripción de dos fármacos, en los centros de Atención Primaria. Actualmente se practica mayoritariamente en clínicas privadas concertadas y muy pocas veces en centros públicos.
El anuncio, no obstante, no sentó bien en el Ministerio de Igualdad, cuya titular, Irene Montero, mostró vía Twitter su disconformidad con la medida. Montero escribió que el aborto debe garantizarse «de forma segura y efectiva para todas las mujeres y con acompañamiento médico especializado». «El aborto farmacológico nunca debe ser la única opción, ni la prioritaria», señaló en el enésimo desencuentro con el PSOE en temas que afectan a las mujeres.
El Ministerio detalla en la consulta pública que varias comunidades autónomas ya han habilitado «centros extrahospitalarios» para la prescripción del método farmacológico, que también es el preferido por otros países de nuestro entorno como Francia.
Sanidad reconoce, además, que el método farmacológico es más económico: «El bajo coste de los fármacos empleados, junto con la simplicidad de las instalaciones requeridas, reduce el coste total de los procedimientos a un tercio de los quirúrgicos». Por último, añade que esta fórmula conlleva complicaciones inferiores al 5%.
Según el último balance, 99.149 mujeres interrumpieron su embarazo en el 2019, el 3,4% más que en el 2018. No obstante, desde que en el 2011 comenzaron a notarse los efectos de la aprobación de la ley de plazos, que permite el aborto libre hasta la 14º semana, los abortos han caído el 16%.
La Asociación $ de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), donde se practica la mayoría de los abortos desde los 80 debido a que la objeción de conciencia ha impedido la prestación en la sanidad pública, se opone al cambio porque privará a las mujeres de su libertad de elección y de un método «eficaz y seguro».
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