Miquel Iceta: más o menos
Firma invitada Zaragoza*
Querido/a lector/a, confieso que siempre fui muy partidario de las políticas y de las formas de hacer política de Miquel Iceta, el actual ministro de Política Territorial. Aunque, por lo que he leído, parece que no soy el único que piensa así: Puigdemont decía que, a pesar de que era un tipo detestado por los nacionalistas catalanes, era el único que, con sus argumentos, le podía hacer cambiar de idea. Incluso,
MMariano Rajoy, por citar otro ejemplo del banco contrario, le pidió a Soraya Saénz de Santamaría que le organizará una reunión con él porque le parecía un político muy capaz y con mucha dignidad. Pero, para que quede constancia de que mi consideración no responde a una simple impresión, señalaré que Iceta es quien asumió la tarea de aguantar al PSC cuando en el proceso independentista una parte de sus líderes y de sus afiliados lo abandonaron o no quisieron asumir responsabilidades.
Es el dirigente político que cuando surgieron problemas en el PSOE que le costaron la secretaria a Pedro Sánchez, no entró en ninguna maniobra y se dedicó a respetar la voluntad
is amigos
Luis, Lola,
Ramón,
Maruja,
Dani, Álvaro, Carmen y un sinfín de hosteleros están pechando con la parte más dura, más amarga, más desesperante y más ruinosa de la pandemia. Cierto es que, desde la mal llamada gripe española, que hace 100 años asoló el mundo, la humanidad no había tenido que enfrentarse a una crisis sanitaria de consecuencias tan negativas para la salud de las personas y la economía. Cierto es también que la mortalidad del coronavirus, de momento, es sensiblemente inferior a la citada epidemia, sin obviar que cada día mueren centenares de españoles. Y no es menos cierto que nos llevaría al equívoco manejar parámetros de 1918 en la pretensión de hacer paralelismos con la situación actual. Pero sí es menester, apoyados en la fortaleza de los mecanismos de la desarrollada sociedad en la soberana y democrática de la afiliación, a la dirección saliente y entrante (que siempre fue Sánchez), para no crearle ni un problema más ni al PSOE ni al PSC.
En definitiva, y eso es lo mejor, es el que día a día y en medio de las dificultades de Cataluña, ha defendido con acreditada solvencia e inteligencia el alma del PSC en el Parlament. Me refiero a esa política que habla de solucionar siempre y como prioridad los problemas de los ciudadanos, reconocer el hecho diferencial con plenos poderes de autogobierno en el marco de la unidad de España y la Constitución y, desde el diálogo, avanzar hacia una España federal.
= *Analista político
que vivimos, reclamar la mejor de las gestiones exigible a la cuarta potencia de la UE.
El grito unánime del sector de la hostelería, pilar básico de la economía nacional y, de forma especial, de la Comunitat Valenciana, debe ser el grito del conjunto de la ciudadanía. Ya dejaron de colar la propaganda y el humo de pajas. Urge el capitán que dirija este barco llamado España en el que cada autonomía va a la suya después de pedir al Gobierno medidas que no acepta, enfrascado en ciertas estrategias. Los hosteleros, al igual que otros autónomos y pymes, necesitan ayudas económicas directas en función de su facturación, nuevas líneas de avales ICO para liquidez que ahora mismo están agotadas y mayores facilidades para el pago de impuestos. Señor Sánchez, coja el timón de una puñetera vez y establezca el rumbo de sus colegas europeos.
= *Periodista y escritor