Salud Pública detectó la falta de un vial
Investigan qué pasó con las dosis en el centro que vacunó a Cuesta
Responsables de Salud Pública detectaron que faltaba un vial de la vacuna de Pfizer, compuesto por seis dosis, del centro de salud 9 d’Octubre de Castelló, donde se vacunó el exfiscal jefe de Castellón, José Luis Cuesta, cuando recogieron los envases vacíos. Una práctica que llevan a cabo para un mayor control, según fuentes consultadas por Mediterráneo.
Ahora desde el departamento de salud de Castellón se están investigando los hechos y recabando el testimonio de todos los trabajadores. La consellera de Sanitat, Ana Barceló, fue quien en su comparecencia del martes desveló que se estaba investigando la desaparición de un vial en el centro de salud donde se vacunó Cuesta y en el que es coordinadora de Enfermería su mujer y advirtió de que llevarán el asunto a Fiscalía si se deriva algún tipo de delito de la actuación.
Todas las posibilidades están encima de la mesa, desde que fuera un sanitario el que sustrajera el vial hasta que por error fuera depositado vacío en el cubo de la basura por quien administró las dosis al personal del centro.
En cuanto a los dos alcaldes de la provincia que aparecen en el listado de las 62 personas que se saltaron el orden de inmunización, el primer edil de Villahermosa, Luis Rubio, guarda silencio, al igual que su partido, el PP.
Por otra parte, el alcalde de Benlloc, el socialista Àngel Ribes, emitió ayer un comunicado dirigido a sus vecinos explicando por qué fue vacunado el pasado 12 de enero. Asegura que personal del centro de salud acudió al ayuntamiento expresando la necesidad de gastar cinco dosis sobrantes, que fueron administradas al munícipe y a cuatro trabajadores municipales. Ribes, al que el PSPV suspendió de militancia el martes, insiste en que no hubo mala intención y rechaza dimitir.
Y es que este caso, como insiste CCOO, pone en evidencia que faltan criterios precisos sobre a quienes administrar las dosis sobrantes. En este sentido, una instrucción de Sanitat, del 20 de enero, establece que los centros de vacunación deberán contar con una reserva de personas localizadas en su entorno, que se encuentren incluidas en los grupos de priorización según la estrategia de vacunación y la etapa vigente, para administrarles las dosis sobrantes.