La organización agraria Fepac desaparece por su mala situación económica
El juzgado dictamina la extinción de la federación
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer la «extinción» de la Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac), que no ha podido superar un proceso de concurso abreviado al que la había arrastrado su mala situación económica. La decisión la ha tomado la titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón, apoyando su resolución en la «insuficiencia de la masa activa» de la entidad.
«Arrastrábamos una situación complicada desde hacia 15 años», explica José Vicente Guinot, presidente de Fepac, que optó por presentar la declaración de concurso a finales del ejercicio 2020. Ahora, la decisión de la jueza es extinguir la federación por falta de los recursos suficientes para hacer frente a sus obligaciones.
«La crisis del coronavirus $ ha terminado de acelerar el proceso, ya que ha paralizado todo el trabajo que estaba haciendo la entidad», añade Guinot, quien fue nombrado máximo representante de la misma en el 2018, en sustitución de Néstor Pascual, que la lideró durante 16 años. Fepac se
Representa el perfil más ‘institucional’ de la agricultura
financiaba a través de las cuotas mensuales de sus socios y por los trabajos que realizaba.
Su extinción provoca la cancelación de su inscripción en todos los registros públicos, y los acreedores podrán solicitar la reapertura del concurso con la finalidad de que se ejerciten acciones de reintegración, tal y como consta en la resolución del BOE. «Es la decisión del juzgado y hay que respetarla», manifiesta su presidente.
Fepac fue constituida a finales de los años 70. Su función era «la defensa, a nivel empresarial y rei
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SERVICIOS Asimismo, ofrecía asesoramiento en cuestiones agrarias, así como servicios de formación o actualización en materia de legislación agrícola o ganadera. Entre particulares y organizaciones locales y sectoriales, contaba con unos 5.000 socios.
Durante los últimos meses, Fepac se mostró muy activa en la de((Fepac ha convivido en Castellón durante las últimas décadas con la Unió de Llauradors, ya que ambas instituciones, al menos en sus inicios, representaban planteamientos distintos. La federación ahora extinguida trabajaba en un perfil más ‘institucional’, que demuestra su integración en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE); mientras que la labor de la Unió se ha relacionado más con el pequeño y mediano propietario, no tanto con los dueños de grandes superficies. Esto no impedía, sin embargo, que hubiera particulares o asociaciones agrícolas que fueran socias de ambas entidades.
Fepac estaba integrada a (( nivel nacional dentro de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja).
fensa de la citricultura provincial, denunciando la competencia, a su juicio desleal, que suponían las importaciones de naranja procedente de Egipto o Sudáfrica.
A principios del 2019 organizó su última gran movilización, en el puerto de Castellón (poco después de las protestas masivas por la mala campaña de ese año), en la que reclamaban que se aplicaran los mismos criterios en materias como el control fitosanitario sobre la fruta o los requisitos medioambientales, ya que en esos países son mucho más laxos.
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