El papel de los liberados sindicales
En la primera ola se incorporaron más a la tarea asistencial que ahora
Defensa de la labor sindical frente a aquellos que apuntan a una posible incorporación del personal liberado a la sanidad pública en la lucha contra el coronavirus. Aunque no existe ninguna directriz de Conselleria para ello, algunas organizaciones como el Sindicato Médico o Comisiones Obreras (CCOO), ya han puesto a sus representantes sindicales a disposición del departamento de Ana Barceló para esta tercera ola. Este hecho ya se produjo durante los meses más duros de la primera ola, cuando hubo más incorporaciones.
Sin embargo, desde Satse reivindican la importancia de la labor sindical para defender los intereses de los sanitarios. «Sin la actividad sindical, no se hubiera conseguido dotación de EPI en los peores momentos, no hubieran tenido material ni mascarillas FFP2», recuerda José María Calas, quien destaca que las circunstancias son ahora «distintas» a las que había en la primera ola, cuando cinco de los diez liberados sindicales de Satse en la provincia sí se reengancharon a la actividad para contribuir en la lucha contra el covid. «Ahora han cambiado la estructuración, no hay equipos retén y las necesidades no son las mismas», sostiene Calas, quien asevera que «nadie ha pedido que nos incorporemos al servicio».
Por su parte, desde CSIF tienen argumentos similares. Inciden en que de su organización fue el primer liberado sindical que se puso a prestar trabajo asistencial desde el día 1 de febrero, y fue un enfermero del departamento de Vinaròs. «Hay que poner en valor el importantísimo papel del sindicalismo en esta pandemia, pues gracias a los sindicatos se pudo denunciar la falta de EPI, los numerosísimos contagios del personal sanitario, la falta de medidas de protección y recursos etc.», dicen.
Desde CSIF recuerdan que «toda esta labor se hace gracias a los liberados sindicales, que son los ojos y los oídos de todos nosotros». Aseveran que la actividad sindical es «un derecho constitucional» y recalcan que «donde hay un liberado sindical, la administración tiene que contratar a un sustituto». Fuentes de este colectivo insisten en que «lo que el sindicato hace ahora es solicitar autorización a la Conselleria para que su liberado haga actividad asistencial, pero sin echar a la calle a sus sustituto porque hace falta sumar».
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