Ni una mutilación más
Al contrataque Ros*
El 6 de febrero se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina y desde el Partido Socialista reiteramos nuestro rotundo rechazo a una práctica que, como han declarado las Naciones Unidas, supone una violación de los derechos humanos de las niñas y las mujeres. Ninguna razón cultural, religiosa, sanitaria o de cualquier otro tipo puede justificar esta brutal agresión contra la salud de los millones de víctimas que anualmente la siguen padeciendo en el mundo.
La extirpación total o parcial de tejido de los órganos genitales femeninos, en especial el clítoris, con el único objetivo de eliminar el placer sexual en las mujeres es una agresión física intolerable contra las niñas y las mujeres que no puede encontrar amparo de ningún tipo. En la mayoría de los casos se practica entre el momento de la lactancia y los 15 años y de manera muy ocasional durante la edad adulta.
Lo que está considerado como un rito ancestral en algunos países es en realidad una violación del derecho de las niñas a la salud, la seguridad y la integridad física, así como del derecho que tienen esas menores a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes. Se trata, en definitiva, de defender el derecho a la vida, porque en algunos casos la mutilación genital femenina puede acabar provocando la muerte.
La extirpación provoca daños psíquicos y médicos irreversibles, y esas niñas acabarán padeciendo las consecuencias durante su vida: infecciones vesicales y urinarias, quistes, esterilidad, aumento del riesgo de complicaciones del parto y muerte del recién nacido, necesidad de nuevas intervenciones quirúrgicas así como la imposibilidad de disfrutar de una sexualidad plena.
Cuando oímos o leemos hablar de esta práctica tan horrible la situamos como algo lejano a nuestro entorno, pero no es así. La mutilación genital femenina se practica principalmente en 30 países del África subsahariana, Asia y Oriente Medio, pero también existen casos muy cercanos. Por eso está prohibida en España y conviene recordar que en julio del 2005, durante el mandato del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se aprobó la Ley Orgánica 3/2005 de modificación de la Ley Orgánica 6/1985 del Poder Judicial, para perseguir extraterritorialmente la práctica de la mutilación genital femenina, cuando la comisión del delito se realizara en el extranjero, como sucede en la mayor parte de los casos, aprovechando viajes o estancias en los países de origen de quienes residen en España.
Se considera que en nuestro país se producen muy pocos casos, pero sí se ha constatado que en esos viajes que realizan las niñas con sus familias a su país de origen se las obliga a someterse a esta práctica salvaje. Por eso hay que seguir adoptando las medidas necesarias y destinar recursos en materia de prevención, concienciación y sensibilización, junto a acciones de intervención con los profesionales y las familias de las comunidades procedentes de los países que permiten estas agresiones físicas.
En diciembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución sobre la eliminación de la mutilación genital femenina. Entre todas y todos debemos poner fin a esta práctica en el plazo de una generación y aproximarnos a un mundo en el que los derechos humanos de todas las mujeres, niñas y adolescentes sean plenamente respetados. Proteger su salud nos incumbe a todos y todas, porque su futuro como personas libres es también el nuestro para construir una sociedad más igualitaria.
Por eso, hoy, 6 de febrero, así como el resto de los días del año, denunciamos la práctica de la mutilación genital femenina y las consecuencias que tiene en la vida de las niñas y las mujeres. Por eso, hoy, y el resto del año, reivindicamos el derecho de todas las niñas y mujeres del planeta a disfrutar de vidas dignas y libres de cualquier violencia.
= *Diputada del PSOE por Castellón, portavoz adjunta GPS y secretaria ejecutiva contra la Violencia de Género