La competencia por el 14-F recrudece la tensión del Gobierno
PSOE y Unidas Podemos exhiben sus diferencias ante las elecciones catalanas La formación morada incide en sus exigencias en la vivienda y el feminismo
Los dos socios de Gobierno parecen haber aparcado hasta después del 14-F la voluntad de coordinarse. Lejos de mejorar, la exhibición de sus disputas se ha recrudecido y Unidas Podemos y el PSOE han dejado al desnudo el desacuerdo en vivienda y feminismo, puntales estratégicos para los de Pablo Iglesias. Pese a la reunión de la pasada semana en la que los dos socios apelaban a la necesidad de coordinarse mejor, coincidiendo con la campaña de las elecciones catalanas Unidas Podemos ha hecho públicas sus exigencias al PSOE en el marco de la negociación de la ley de Vivienda y ha trasladado a los colectivos LGTBI su borrador de la denominada ley trans.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, lanzó una propuesta que incluye la despatologización de la transexualidad y reconoce la autodeterminación del género a menores. Calvo recela de la posibilidad de elegir el género «sin más que la mera voluntad».
El rechazo de los socialistas permite a Montero ser la cara de los derechos trans
Desde su entorno se conjuran a alcanzar el consenso con Unidas Podemos, mientras que en el partido de Iglesias señalan que el verdadero conflicto es de poder, ya que el PSOE –apuntan– asumía hace un año su propuesta.
En cualquier caso, el rechazo de los socialistas permite a la ministra Irene Montero ser la cara visible de la defensa de los derechos trans, del mismo modo que el secretario general de Podemos y vicepresidente, Pablo Iglesias, asume junto con su colaboradora Ione Belarra el papel de dejar al desnudo las «profundas discrepancias» con el PSOE en vivienda.
Este jueves, Unidas Podemos acusaba al Ministerio que dirige José Luis Ábalos de esconder el borrador de la ley de vivienda «hasta después de las elecciones», como respuesta a que el PSOE les plantease posponer la negociación, según apuntaban, por interés electoral. El líder de los morados volvió a presionar ayer desde un acto electoral en Barcelona, donde advirtió al PSOE de que regular los alquileres es una cuestión de «lealtad». Pero el ministro, en declaraciones a los medios, aseguraba que ese borrador aún está en discusión en su Ministerio.
Podemos ha hecho públicas sus aspiraciones: prohibir los desahucios sin alternativa, obligar a los grandes propietarios de viviendas a que dediquen una parte de sus activos al alquiler social y poner en marcha medidas efectivas que movilicen la salida de vivienda vacía al mercado de alquiler.
Sin embargo, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ya ha dejado claro que la pretensión sobre los desahucios no se atenderá. De hecho, los socialistas tienen intención de cumplir estrictamente lo que indica el acuerdo de investidura, que contempla la regulación de los precios del alquiler, pero no pone plazos.
Fuentes socialistas reprochan lo que consideran una «sobreactuación» de Podemos para ganar visibilidad, mientras la formación morada lamenta que cale la queja por su «deslealtad» cuando creen que solo reclaman cumplir el acuerdo de investidura y tirar hacia la izquierda de un acomodado
UP acusa a su socio de Gobierno de esconder el borrador de la ley de vivienda
PSOE. Lo que está por ver es qué estrategia seguirá Unidas Podemos tras las elecciones; unas fuentes socialistas dan por hecho que seguirán tratando de colocar titulares sobre los desacuerdos, otros confían en que llegue la calma.