«He envejecido varios años de golpe»
19 de marzo del 2020. A Carmen Zulema Terrones el día de San José del año pasado no se le olvidará jamás. Porque ese maldito día empezó su pesadilla, un mal sueño del que hoy, casi once meses después, aún no ha despertado. Enfermera del Hospital La Plana de Vila-real, esta sanitaria de 48 años comenzó a tener fiebre y una PCR confirmó que había contraído el coronavirus. El 2 de abril ingresó en el hospital con una neumonía bilateral, y tras una semana de tratamiento, recibió el alta. A final de mes, el test ya era negativo, pero ella seguía encontrándose mal. «Volví a trabajar, pero solo de subir las escaleras me fatigaba. Me dolía todo el cuerpo y el dolor de cabeza era insoportable», relata.
Su salud no era buena, pero Carmen seguía trabajando en el hospital, incluso llegó a doblar turnos. «Mis compañeros me insistían en que yo no estaba bien, pero mi cabeza se negaba a aceptar la posibilidad de que podía estar enferma. Siempre he sido una persona muy activa», explica esta sanitaria, vecina de Almassora, y madre de una joven de 19 años.
Los dolores y el cansancio iban a más y el pasado noviembre se decidió a acudir a urgencias. Un TAC descubrió que tenía dañados los pulmones y eso explicaba la fatiga permanente y una tos que todavía hoy persiste. «Mi día a día es horrible. Uso dos inhaladores, tomo relajantes musculares, Enantyum... voy todo el día drogada», añade.
Carmen toma a diario un carro de medicamentos, pero su estado de salud no mejora. «He perdido cinco kilos y mi vista no es igual que antes. Y por no hablar del estado de ánimo, que lo tengo por los suelos. Es como si de golpe hubiera envejecido 20 años», confiesa esta enfermera que antes de que el covid se cruzara por su camino era una gran aficionada al pilates y a las caminatas.
A Carmen el coronavirus le ha cambiado la vida, pero también lo ha hecho a toda su familia. «Mi marido y mi hija también están sufriendo mucho al ver la situación en la que me encuentro», relata esta sanitaria que asegura sentirse «invisible y sola».
«Tuve el covid en marzo, pero sigo muy cansada, me duele todo y no me quito la tos de encima»