Niegan el asesinato y apuntan a una venganza
Los cuatro acusados, extraditados desde Francia, afrontan 20 años en una vista con jurado
El juicio con jurado popular por el asesinato de un ciudadano magrebí en Burriana en el año 2014 comenzó ayer en el salón de actos de la Ciudad de la Justicia de Castellón entre unas medidas de seguridad sin precedentes. Cerca de una docena de agentes de la UCESIC, fuertemente armados, custodiaron la entrada principal a la sede judicial, donde estacionaron dos todoterreno de la Guardia Civil. A su vez, otros tres furgones de la Policía Nacional controlaban otros accesos y bloqueaban la entrada y salida a los calabozos.
Ya en el interior de la sala, más miembros de la Guardia Civil y agentes de la Policía Nacional (tanto uniformados, como de paisano) controlaban el desarrollo del juicio oral en el que los cuatro acusados han tenido que ser extraditados desde Francia.
Los procesados (tres de ellos se encuentran en situación de prisión provisional y otro en libertad con cargos) se enfrentan a una pena de 20 años de prisión por asesinato. Las acusaciones (tanto la pública, como la particular) mantienen que, presuntamente, maniataron a la víctima, colocándole grilletes a la espalda, en una casa de la calle San Juan Bosco de Burriana y le taparon la nariz y la boca con una sudadera y cinta aislante, provocándole la muerte por asfixia. Ese domicilio, según sostiene la fiscal, había sido alquilado por los presuntos autores.
DOS HORAS DE ALEGACIONES // La presentación de todas las partes del procedimiento a los miembros del jurado popular y sus alegaciones se prolongaron durante nada menos que dos horas. Todos agradecieron al tribunal del jurado su «implicación» en un momento sanitario tan delicado.
Las defensas, por su parte, apuntaron a una posible vinculación del fallecido con el tráfico de drogas y, aunque negaron cualquier participación de sus defendidos en los hechos, vincularon la muerte a un supuesto ajuste de cuentas. Asimismo, incidieron en que en la casa había más ADN a parte del relacionado a los cuatro procesados y diversas huellas de personas desconocidas.
El abogado de la acusación particular incidió en su intervención en que, tras cinco días de vacaciones en España, tomando copas y de fiesta, se produjo una discusión y los acusados decidieron dar muerte al asesinado Abdul. El letrado hizo hincapié en que la víctima no tuvo posibilidad de defensa por estar maniatado y, asimismo, destacó que los acusados «lo abandonan y huyeron».
DECLARACIÓN // El primero de los acusados declaró ayudado por una intérprete de francés. Fue el último en abandonar la casa donde apareció el cadáver y, a preguntas de la fiscal, recordó que en su primer viaje a España recorrió la Costa Brava con una amiga y conoció a Abdul. Dijo que Abdul le ofreció en esa primera ocasión conseguirle hachís y que en su siguiente viaje a España contactó nuevamente con él por teléfono.
El procesado admitió que en octubre del 2014, cuando tuvo lugar el crimen, vino a la Comunitat para esconderse de la policía francesa, con quien había tenido otros problemas. Relató que alquiló un piso en Burriana y que, junto a Abdul y el resto de los acusados, pasaron unos días yendo a restaurantes, cafeterías y clubs de alterne.
El primero de los acusados, quien incurrió según la fiscal en diversas contradicciones respecto a sus declaraciones en fase de instrucción, negó rotundamente que participara en el crimen y dijo que el asesinado era para él como su «hermano». «Somos inocentes. Hace tres años que vivo una pesadilla, una película. Vine de vacaciones y ahora estoy acusado de asesinato, mientras los autores están libres», apuntó el encausado, quien sí admitió haber tenido una discusión con la víctima el día de los hechos y haberse pegado.
LA VÍCTIMA Y LAS DROGAS // El interrogado dijo que la víctima durante su estancia en Burriana les enseñó «una pistola» y también lo acusó de ser consumidor de hachís y cocaína. Concretamente, afirmó que se drogaba y bebía «a todas horas». También aseguró que un día lo acompañó a Castelló para reunirse con «unos colombianos» a quienes les compró cocaína.
El segundo de los acusados también dijo que «ni de lejos» participó en el crimen de Burriana que continuará analizándose durante toda la semana en la Audiencia Provincial. =