El virus se frena con 57 casos, pero aún hay más ingresos que en la primera ola
Es la menor cifra de contagios diarios registrada desde hace un mes en Castellón Los hospitalizados bajan a 254, pero son más que los 244 contabilizados en abril
El coronavirus está frenando su propagación en la provincia y, aunque las cifras relacionadas con la pandemia son todavía elevadas, hay datos que generan cierta esperanza. La Conselleria de Sanitat contabilizó ayer 57 contagios en Castelló, la menor cifra del último mes y una de las más bajas en esta tercera ola. De todos modos, a pesar de la tendencia creciente de positivos a la baja, no hay que olvidar que los lunes esta cuantía suele ser menor por el llamado efecto fin de semana, lo que se traduce de que, en la práctica, realizan menos pruebas diagnósticas.
En esta misma línea, el departamento que encabeza Ana Barceló ha contabilizado un fallecimiento desde la última actualización, que fue el pasado sábado, lo que eleva los decesos a 695 desde el pasado mes de marzo. Por tanto, se ha producido un descenso destacable en los fallecimientos.
La bajada progresiva también se refleja en las hospitalizaciones que se sitúan en 254, habiendo 43 enfermos en cuidados intensivos. La reducción de ingresos por covid en los hospitales públicos de Castellón es más que significativa
en los últimos días, teniendo en cuenta que durante el pico de esta tercera ola se llegó a los 436. Esto ha permitido liberar plantas que estaban dedicadas a atender enfermos covid. Por ejemplo, en el Hospital General ya están libres de virus la de Traumatología y Digestivo, que destinan ahora a pacientes con otras patologías.
También están reabriendo quirófanos, como avanzó Mediterráneo, para acelerar operaciones no demorables, ya que, de momento, las programadas, es decir, las que acumulan largas lis
tas, tendrán que esperar.
De todos modos, a pesar de la considerable disminución de la presión hospitalaria, el actual número de pacientes ingresados sigue siendo mayor que el máximo alcanzado en la primera ola, el pasado mes de abril, cuando se llegó a los 244, con 44 de ellos en estado critico. La diferencia respecto a lo ocurrido ahora es que, cuando estalló la pandemia, el sistema sanitario no contaba con planes de contingencia, faltaba material sanitario de protección y no se disponía ni de la información ni los tratamientos actuales.