La Audiencia de Madrid absuelve a Cifuentes por el caso de su máster
El tribunal no halla pruebas de que la exdirigente presionara por su trabajo El juzgado condena a su exasesora y a la directora del curso a penas de cárcel
La Audiencia Provincial de Madrid absolvió a la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes del delito de falsificación de documentos por el que la fiscalía pedía para ella tres años y tres meses de prisión. La sentencia destaca el «conjunto de incongruencias, relevantes e incompatibles con la actuación regular de un estudiante de posgrado» que ella misma admitió en su declaración, pero también que no hay pruebas de que «impulsara, sugiriera o presionara» para que se falsificara el trabajo de fin de máster (TFM) que asegura haber realizado en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). No corrió igual suerte la exasesora de la Comunidad de Madrid María Teresa Feito, que fue condenada a tres años de cárcel como inductora de la falsificación que cometió la profesora Cecilia Rosado, castigada con año y medio de prisión tras confesar y actuar llevada por un miedo insuperable.
El máster de Derecho Autonómico y Local que supuso el principio del fin de la carrera política de Cifuentes estuvo «plagado de graves irregularidades». La sentencia detalla que se matriculó fuera de plazo, no tuvo contacto «con ningún profesor» y, «sin entrar, por no ser competencia de este tribunal, en si se produjo o no esa defensa del TFM, incluso de haberse producido, hubiera sido en extremo inexplicable, pues en el 2012, la citada alumna figuraba como no presentada en la asignatura que impartía el profesor Chico de la Cámara, calificación que fue corregida de forma irregular» o «fraudulenta» en el año 2014. El tribunal declara probado que el 21 de marzo del 2018, tras la exclusiva de eldiario.es, «Cecilia Rosado fue requerida, al menos por María Teresa Feito, para confeccionar el acta, en la que se reflejase que Cifuentes había defendido el TFM el 2 de julio del 2012». Esto, añade, «lo realizó de forma insistente y agobiante Feito, mediante llamadas y sms al teléfono de Rosado, hasta en 15 ocasiones, indicándole que aquella situación debería quedar resuelta como fuera».
«Dada la fuerte jerarquía existente» entre Rosado, que era la directora nominal del máster, y el catedrático ya fallecido Enrique Álvarez Conde, que lo era de facto, «y ante el temor de las posibles consecuencias negativas para su trabajo», la primera «confeccionó el acta siguiendo las indicaciones recibidas, e hizo constar, los datos de identificación del máster, de la alumna Cristina Cifuentes y del resto de miembros del tribunal» y que este se había reunido el 2 de julio de 2012 y le concedió una nota media de 7,5. El tribunal afirma que «las sospechas legítimas no se han convertido en prueba suficiente» de una intervención delictiva de Cifuentes.