Condenan a las dos enfermeras de Vinaròs por la muerte de una bebé
El juez les impone 21 meses de prisión y casi 4 años de inhabilitación por homicidio imprudente La sentencia concluye que no siguieron la pauta médica y dieron a la niña una dosis letal de glucosa
Condenadas por el homicidio por imprudencia de una bebé de 20 meses a quien suministraron una dosis letal de glucosa en el Hospital Comarcal de Vinaròs. Las dos enfermeras, de 29 y 41 años, acusadas de grave negligencia, han sido sentenciadas a un año y nueve meses de prisión, así como a tres años y diez meses de inhabilitación profesional y al pago de más de 230.000 euros a los padres de la niña fallecida en concepto de indemnización. Así lo recoge la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Vinaròs, adelantada ayer por el diario Mediterráneo en su edición digital.
Contra el fallo, que no es firme, cabe recurso en un plazo de diez días ante la Audiencia Provincial.
CONCLUSIÓN El juez considera probado que el 13 de noviembre del 2018, los padres de la bebé acudieron al servicio de Urgencias del hospital junto con su hija menor de edad, quien presentaba un cuadro de diarreas de cinco días de evolución. El tratamiento fue indicado de manera verbal y escrita por una doctora y, según recoge la sentencia, una de las ya condenadas, «con desconocimiento grave de la técnica y ciencia aplicable al desempeño de su profesión, debido a su falta de atención y cuidado en el examen de la paciente, administró a la pequeña un tratamiento distinto al pautado, mediante dos goteros independiente», expone. «Dejó preparado otro recipiente de glucosado de las mismas características que el anterior, colgado en el mismo palo de gotero, cesando en su puesto de trabajo a las 15.00 horas por cambio de turno», apunta el documento .
La otra enfermera condenada, incorporada a su puesto en el centro hospitalario tras el cambio de turno, «sin revisar la pauta que se había prescrito a la menor y la que se le estaba suministrando, sin previa consulta con el facultativo que había indicado la pauta de tratamiento, sobre las 15.15 horas se percató de que la bomba que administraba el suero glucosado había finalizado, y procedió, sin advertir el error en el que había incurrido la otra acusada, a administrar a la menor un nuevo suero glucosado». Como consecuencia de estos actos, el estado de la menor empeoró con signos de dolor y debilidad generalizada, sufriendo una situación de hiperglucemia y un cuadro convulsivo.
La bebé entró en un estado de coma con un nivel de glucemia de 1.732 mg/dl que la colocó en una situación de extrema gravedad y de incompatibilidad con la vida. Fue trasladada al Hospital General, donde falleció.