La dignidad de la nueva Diputación
Durante los casi seis años que llevo como alcaldesa, he tenido la oportunidad de visitar muchos pueblos de lo que venimos llamando «el mundo rural en riesgo de despoblación». Debo confesar que en muchas de estas visitas me he quedado francamente sorprendida por la cantidad de inversiones que se había realizado en algunos de ellos, casualmente todos gobernados por el PP. Grandes pabellones, dos ayuntamientos, plazas de toros, impresionantes edificios multiusos, etc.
Por todos son conocidos los famosos «convenios singulares» de la antigua Diputación del PP, que no era otra cosa que asignar a dedo todas estas infraestructuras, principalmente y de manera descarada, a los ayuntamientos de su mismo signo político.
La nueva Diputación, presidida por nuestro compañero socialista Pepe Martí ha dado un vuelco radical a esta forma de gobierno despilfarrador y lleno de favoritismos. La nueva forma de gestionar comienza desde el minuto cero, al afirmar que los 135 municipios de la provincia tienen los mismos derechos, independientemente de su signo político, eso es respeto hacia todos y cada uno de los habitantes de la provincia de Castellón.
La nueva política económica de la Diputación, ha permitido que cada año veamos incrementado el importe de subvenciones, equitativamente repartida para todos los consistorios. Pero además, como alcaldesa de un ayuntamiento muy pequeño, he recibido gratamente la sensación de que ningún pueblo rural está siendo olvidado.
¿Pero cómo es posible que ahora más que nunca estemos, todos los ayuntamientos, recibiendo un mayor reparto de los fondos de la Diputación? Pues sencillamente porque acabó la época de favoritismos, repartos desiguales y obras faraónicas sin sentido. Ahora, se aplica una de las máximas del partido socialista, todo el mundo tiene derecho a todo y se gobierna para todos.