La mayoría de las disputas por los bienes se salda a favor de la Iglesia
En los últimos 25 años Burriana, Cirat, l’Alcora, Suera, la Vall y Ahín suman litigios El conflicto por el campanario de Benicarló irá a juicio este mismo mes
La provincia de Castellón ha asistido en los últimos 25 años a un rosario de controversias entre la Iglesia y actores públicos y privados por la propiedad de algunos edificios. El caso más reciente es el del campanario de Benicarló, que se dirimirá el 24 de febrero en el juzgado de instrucción nº 3 de Vinaròs después de que el rector de Sant Bartolomé, Carlos García, inmatriculara el templo y el campanario a nombre de la diócesis de Tortosa. Vicente Borja Dosdá, vicario judicial de la diócesis de Segorbe-Castellón, incluye en la publicación de la Universidad de Navarra Cuadernos Doctorales, las sentencias judiciales que afectaron a seis inmuebles pertenecientes a diversas parroquias de la diócesis.
En el caso de la Casa Abadía de la Asunción de Suera, llevado a juicio en 1995 y ratificado en 1997, el fallo declaró que la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción es la propietaria, al tiempo que dictaminó la nulidad y ordenó la cancelación de la inscripción registral que el Ayuntamientos efectuó sobre la finca urbana. Otro caso fue el de la ermita de San Salvador de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de l’Alcora, cuyo contencioso se dirimió en el 2004. Las partes demandadas, propietarias de fincas colindantes, declararon que la que entrega en litigio era de su propiedad y formaba parte de su heredad. El magistrado falló condenando a los demandados a abandonar y dejar libre el inmueble descrito en el que se ubica la ermita de San Salvador, inmatriculada en el registro a nombre de la parroquia.
La disputa por las ermitas de San Vicente y San Cristóbal de l’Alcora quedó esclarecida en un único juicio en el 2007. El juez dio la razón a la parroquia de la Asunción, que consolidó su propiedad plena sobre los dos ermitorios en litigio y el Ayuntamiento fue condenado a pagar las costas. Respecto a la casa-hospedería del ermitorio Patronal de la Sagrada Familia, el pleito se resolvió en el 2007. La jueza admitió plenamente la demanda interpuesta por la parroquia del Santo Ángel Custodio de la Vall d’Uixó, declarando que era su propietaria y mandando corregir cuanto procede en el Registro de la propiedad.
La controversia por el ermitorio de la Sagrada Familia de Burriana llegó al juzgado en 1996. Una familia inmatriculó en su día el oratorio, que linda con una finca de su propiedad. El juez admitió la propiedad eclesial, siendo su titular la parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados.
También ha habido casos en los que la razón para de los consistorios. Por ejemplo, en el 2012, en Cirat, el Ayuntamiento llevó a juicio a la diócesis de Segorbe-Castellón por controversias en la propiedad de la casa abadía y de un campo comunal en el Tormo. Como explica el actual alcalde, Rafael Matoses, la justicia dio la razón al Ayuntamiento.
No obstante, la mayoría de disquisiciones quedan en los despachos. Por ejemplo, en Ahín, en el 2001, hubo una polémica entre el consistorio y el párroco por la propiedad del campanario, a cuenta del reloj, ya que el párroco impedía al equipo de gobierno de la población enviar a los operarios para acceder al mismo y poder repararlo. El Ayuntamiento consideraba que la torre-campanario era municipal y sus usos compartidos por municipio y parroquia. También hubo roces por la obra de reparación del calvario y la ermita, gestionada por el Ayuntamiento y hecha por la Conselleria. Al parecer, desde el consistorio reclamaron al obispado la referencia catastral. La Iglesia había registrado a su nombre las propiedades en el año 1985.