Las balas de foam, cuestionadas
El uso de balas de foam por parte de los Mossos d’Esquadra ha vuelto a poner en cuestión la actuación de la policía catalana en los disturbios tras el ingreso en prisión del rapero Pablo Hasél. La chica de 19 años que perdió un ojo durante las protestas del martes será operada hoy en el Hospital Clínic, mientras los Mossos investigan qué sucedió exactamente, si fue un arma disparada por un agente la que hirió gravemente a la joven.
El director general de la policía autonómica, Pere Ferrer, y el portavoz del cuerpo, el comisario Joan Carles Molinero, prometieron que actuarán con la «máxima transparencia» para aclarar qué pasó y determinar si alguno de los agentes no siguió el protocolo establecido para el uso de estos proyectiles. Los Mossos cuentan con informes detallados sobre la utilización de las armas y los proyectiles, sobre cuándo, dónde y desde dónde se lanzaron las balas. La trazabilidad de los proyectiles permitirá determinar, en unos días, si esta bala salió de un arma policial, aseguró Molinero.
El comisario y portavoz de los Mossos explicó que en los dos primeros días de protestas en Barcelona se dispararon 420 balas de foam, por lo que «el uso de esta herramienta es elevado» para hacer frente a actitudes violentas, a juicio de Molinero.
El defensor del pueblo catalán, Rafael Ribó, ha reclamado información a la Consejería de Interior sobre el dispositivo policial para «esclarecer los hechos». Ribó recordó que en el 2014 se aprobó en el Parlament la prohibición del uso de pelotas de goma «dada su peligrosidad».
Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) –al igual que también lo hizo el Sindicato Profesional de Policía (SPP) y el sindicato JUPOL– condenó ayer el respaldo ofrecido por el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, a las protestas y pidió a la Fiscalía que investigue esas afirmaciones realizadas a través de Twitter. En declaraciones a Europa Press Televisión, el portavoz nacional del SUP, Carlos Morales, confesó que han «echado de menos» «unas manifestaciones contundentes» del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, «como máximo órgano y jefe» del cuerpo policial, «corrigiendo al señor Echenique».
Desde el sindicato quieren dejar claro que la Constitución ampara el derecho de manifestación, «pero de una manifestación pacífica». Y todos ellos respaldaron la actuación de los agentes que hacen frente a los desórdenes públicos .
Investigan si el arma de un mosso disparó a la joven que perdió un ojo en las protestas