El mejor ‘jazz manouche’ llega a Castelló con el Biel Ballester Trio
El guitarrista mallorquín participa el 20 de febrero en el Auditori Jazz Club que promueve el IVC El conjunto presenta su último trabajo, en el que reinterpreta clásicos del jazz, ‘Merci subconscious’
Benicàssim en el 2009 o Vila-real en el 2012 han sido testigos del crecimiento y maestría de uno de los grandes guitarristas de jazz de las últimas dos décadas: Biel Ballester. El intérprete mallorquín es mundialmente conocido gracias, en parte, a su aparición en la banda sonora del filme Vicky, Cristina, Barcelona, del cineasta neoyorquino Woody Allen. No obstante, ha sido su extraordinaria técnica y pasión las que le han convertido en el verdadero referente del jazz manouche.
Este sábado, 20 de febrero, con motivo del ciclo Auditori Jazz Club, iniciativa que promueve el Institut Valencià de Cultura (IVC), la sala sinfónica del Auditori i Palau de Congressos recibirá a este maestro y discípulo aventajado, por no decir heredero directo, del icónico Django Reinhardt.
A partir de las 19.30 horas, el espíritu jazzístico de épocas pretéritas aflorará nuevamente de la mano del trío liderado por Ballester, que dará a conocer un trabajo que les ha tenido ocupados en el último año y que presentaron el 2 de septiembre en uno de los edificios menos populares de Antoni Gaudí, y no por ello de los menos importantes, como es la Torre Bellesguard, situada en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi. Fue ese escenario donde interpretaron los nuevos temas de su último trabajo discográfico titulado Merci subconscious, álbum que, como ellos aseguran, está compuesto por sus «estándares favoritos, pero transformados en piezas prácticamente nuevas y con grandes diferencias respecto al sonido original».
UN PASÓ MÁS El hecho de reinterpretar clásicos, comúnmente llamados estándares en el mundo del jazz, no es ninguna novedad. Sin embargo, Biel Ballester y sus acompañantes han dado un paso más allá y han llevado a cabo un ejercicio que se podría tildar de freudiano, pues decidieron que esos temas que tanto les han marcado pasaran por su subconsciente, es decir, que han reinterpretado esas piezas de un modo ajeno totalmente a lo racional.
Hay quien dirá que eso ya era propio del jazz, puesto que el jazz es, en gran parte, improvisación, un puro ejercicio emocional. Puede que tengan razón o, si se dejan llevar también por su subconsciente, reciban una buena dosis de vibraciones sensoriales jamás vividas. Una vez más, Biel Ballester ofrece originalidad ante todo. Entradas a la venta en https://ivc.gva.es/.