España despliega toda una red meteorológica en el planeta rojo
El Centro de Astrobiología, de Madrid, envía su tercera estación a Marte tras seis años de trabajo El instrumento estudiará la temperatura, el viento y el polvo y se coordinará con dos ‘hermanas’
Era el 31 de julio del 2014. Es la fecha que el investigador español José Antonio Rodríguez Manfredi recuerda como el inicio de la aventura. Ese fue el día en que la NASA (sí, la mismísima NASA) contactó con él para comunicarle que su proyecto de una estación meteorológica extraterrestre iría a bordo del róver Perseverance para ayudarle en la exploración de Marte. Desde aquel mismo momento, imposible calcular las horas que él y su equipo han dedicado a la construcción de ese instrumento científico. «¿Cuántas horas hay en seis años? Porque las hemos dedicado todas y más», comenta entre risas el ingeniero del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).
Años y años de duro trabajo se traducen en «muchos de momentos de desesperación, pero también muchas alegrías», resume el científico ante la llegada a Marte del instrumento español MEDA, una de las siete herramientas científicas que indagarán el planeta rojo sobre el terreno. Su cometido será único: estudiar el clima de Marte junto a sus dos homólogos también españoles; REMS, a bordo del todoterreno Curiosity, y TWINS, a bordo de la misión Insight. «Si todo va bien, España será el primer país en tener una red meteorológica en otro planeta», resume Juan Ángel Vaquerizo, astrofísico y divulgador científico del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). «Estamos ante un momento histórico», añade entusiasmado.
El aparato consta de varios sensores. Mientras unos estudiarán la temperatura, el viento, la presión y la humedad relativa del aire, otros se centrarán en el estudio del polvo rojizo. «Estamos a punto de empezar el primer estudio exhaustivo del polvo de Marte, el verdadero protagonista de la atmósfera marciana; algo que condiciona tanto desde las condiciones de la superficie hasta la temperatura del planeta», explica Jorge Pla-García, también investigador del Centro de Astrobiología y uno de los cerebros detrás de las investigaciones españolas en clima marciano. En vísperas del aterrizaje, un cúmulo de nervios inundaban los despachos de los investigadores españoles. «Hay que volver a comprobarlo todo meticulosamente. Y tener un plan alternativo», dice Manfredi.
La atmósfera del planeta rojo es tan fina que apenas protege. La radiación solar, de hecho, impacta con tal fuerza que es capaz de matar todo lo que encuentra a su paso. La buena noticia es que la falta de atmósfera hace que las rachas de viento, que disparan finísimas partículas de polvo a más de 150 kilómetros por hora, se perciben como suave brisa. ¿Conclusión? Los futuros exploradores de Marte no solo necesitarán mucha crema solar, sino buen equipo.
EMOCIONES//
La historia de Perseverance no solo habla de tecnología. «Detrás de cada pequeña decisión y de cada tornillo hay una persona», recuerda Vaquerizo. Por eso es complicado ponerle una bandera a cada parte de la misión. El diseño de la SuperCam, el instrumento encargado del estudio de la geología marciana, también cuenta con participación española, con expertos como Jesús Martínez Frías (CSIC-UCM). «Es emocionante ver como el espacio se está abriendo a la humanidad», señala.
Todo trabajo científico conlleva dedicación, esfuerzo y, por qué no, cariño. De no ser así, imposible entender por qué los responsables de la estación meteorológica decidieron viajar con instrumento desde España hasta el cuartel general de la NASA. Nunca olvidarán el momento de ser «escoltados por el aeropuerto con un instrumento marciano en la maleta».