El cierre perimetral resta una cuarta parte de clientes a los comercios los fines de semana
Castelló pierde «a la gente de los pueblos» y los que se ‘fugan’ el viernes a Benicàssim Vila-real ni siquiera monta el mercadillo de los sábados al faltar los visitantes foráneos
Si el comercio acusaba ya las pérdidas de la caída de consumo y de la limitación de horario de apertura --hasta las 18.00 horas-por la pandemia, las últimas restricciones no ayudan. El cierre perimetral que afecta a Castelló y Vila-real cada fin de semana --y ya van cuatro-- ha supuesto todo un mes de pérdida de una cuarta parte de los clientes habituales, según estimaciones de las asociaciones que representan al sector.
La presidenta de Castelló Espai Comercial-Confecomerç, Rosario Brocal, explica que «el viernes ya se nota la menor afluencia de clientes, pues muchos castellonenses abandonan la capital el viernes antes de las 15.00 horas --cuando empieza el confinamiento-- para pasar el fin de semana en Benicàssim. Y a esto se suma la gente de los pueblos que venía mucho el sábado por la mañana y ya no puede acceder». Los únicos que pueden comprar en pequeño comercio y grandes superficies, son los vecinos de la capital. Y en Vila-real, lo mismo.
Aunque han intentado agudizar el ingenio y muchas tiendas de la capital de la Plana --en especial, de alimentación-- han habilitado un canal de teléfono Whatsapp para recoger pedidos y entregar a domicilio a otras poblaciones, parece que no acaba de arrancar. «En este caso tenemos permiso para estos repartos por razones de trabajo», indican los asociados.
«Es uno de los peores meses en años», apunta Brocal, y eso que las ofertas y liquidaciones, con rebajas hasta final de mes, invitan al consumo. «Pero no hay eventos, están en el aire; y no hay ocio tampoco; es difícil. Veremos cómo se plantea la campaña de primaveraverano, aún queda estoc pendiente del año pasado, cuando tuvimos que cerrar por el estado de alarma», indican los vendedores. «En 40 años hay días que no se han visto jamás, ni en pleno agosto. Con cero ventas, ni una camiseta ni un pantalón», lamenta la portavoz.
Y en Vila-real, junto a Castelló la otra ciudad confinada en la provincia de viernes tarde a lunes a primera hora de la mañana, las perspectivas no son más halagüeñas. La secretaria general de Covaco Castellón-Confecomerç, Tere Esteve, explica que en el municipio vila-realense «las ventas se han frenado y el fin de semana ya no se pone ni el mercado ambulante ante la falta de clientes». «Es una situación complicada. El nuevo horario entre semana hasta las 18.00 limita mucho, dado que los niños salen del colegio a las 17.00 y apenas da tiempo de desplazarse para hacer compras; y el fin de semana, está el cierre», agrega.
De rebote, si es cierto, que el comercio de proximidad se ha visto «reforzado» en poblaciones del entorno, como Burriana, Nules, Betxí, Onda, la Vall d’Uixó ya que no se puede acceder los fines de semana a otras ciudades más grandes como Castelló y «han experimentado un cierto aumento de actividad, pero de manera puntual por esta circunstancia».
CHARO BROCAL
CASTELLÓ
«Llevo 40 años y con buena clientela, pero la gente no sale por miedo y no consume. Pasan las horas y no entra nadie».
ANTONIO MILIÁN
VILA-REAL
«Estamos abiertos pero facturando cifras ridículas por las restricciones. Es duro abrir cada día y llegar a fin de mes sin recursos»
PEPE RENAU
CASTELLÓ
«Nuestro cliente es mayor y apenas sale. Las ventas han caído ya un 70% interanual e irá a menos con las restricciones».