Piden 11 años por atar y robar a la mujer enferma que cuidaba
El acusado la amenazó con una navaja, la golpeó y la retuvo durante un día El secuestrador la llevó a un cajero y la víctima pidió auxilio a gritos en un bar
Once años de prisión y más de 8.000 euros de indemnización es la pena que propone el Ministerio Fiscal para un acusado de secuestrar, maniatar, golpear y robar a la mujer enferma --con limitaciones físicas por una enfermedad degenerativa que le obligaba a utilizar un andador-- de la que cuidaba en Castelló. La Audiencia Provincial sentará en el banquillo el próximo 30 de marzo al procesado por los delitos de detención ilegal, lesiones y robo con violencia e instrumento peligroso.
La víctima, según el escrito de acusación de la Fiscalía, permitió al hombre que viviera con ella en su casa a cambio de que la ayudara en sus cuidados. El día 30 de junio del 2020, el procesado le pidió dinero a la mujer, diciéndole que tenía que pagar una supuesta deuda. Ella se negó a dárselo y entonces el hombre, presuntamente, esgrimió una navaja y la cogió del brazo, obligándola a ir a un cajero para sacar cien euros. Al regresar al domicilio que compartían, el procesado intentó atar a la afectada y ella trató de evitarlo, por lo que él empezó a darle, supuestamente, patadas y puñetazos, logrando atarle las manos debido a su superioridad física.
Según el fiscal, el acusado le colocó a la denunciante una bolsa de basura en la cabeza y le ató las manos. Después, la dejó boca abajo en el baño del domicilio y se fue de la vivienda para no regresar hasta las 3.00 de la madrugada.
El varón cogió a la mujer enferma, la arrastró hasta la cama, la tumbó y se acostó junto a ella, mostrándole nuevamente la navaja y diciéndole que si se movía la mataría. A la mañana siguiente, la víctima le pidió al acusado salir a la calle, planeando pedir auxilio. Logró convencerlo al decirle que irían al banco a por más dinero.
Así, ambos salieron del inmueble y la afectada sacó 450 euros del banco. Al salir, trató de evitar volver a casa con el agresor, diciéndole que tenía que ir al baño. El procesado la dejó entrar en un bar y en ese momento la mujer comenzó a gritar: «Me tiene secuestrada». En su ayuda acudieron el camarero y varios clientes del establecimiento, por lo que el acusado se marchó rápidamente del local, llevándose dos móviles y documentación de la víctima.
La mujer, según consta en el escrito de acusación, sufrió una fractura de mandíbula, pérdida de dos piezas dentales, policontusiones y permaneció 14 días ingresada en el hospital.
El acusado, que está en prisión provisional desde julio del 2020, presenta un estado psicofísico compatible con un trastorno psiquiátrico de larga evolución. Dicha alternación, sumada al policonsumo de drogas, repercutió en su capacidad cognitiva, existiendo afección de las bases psicobiológicas de la imputabilidad.