El Gobierno se la juega con la oferta de compra de Naturgy
Debe sopesar si prima el veto a la inversión foránea o fomenta el atractivo para el capital extranjero CriteriaCaixa, principal accionista de la compañía, tiene un papel esencial para el desarrollo de la opa
El Gobierno se juega la imagen y la reputación del país en la oferta de compra (opa) del fondo australiano IFM sobre el 22,69% del capital de Naturgy. Se trata de la primera gran operación en la que el Ejecutivo tiene que dar su autorización a raíz de las medidas que introdujo con el estado de alarma para evitar que compañías estratégicas cayeran en manos de fondos e inversores oportunistas aprovechando el desplome de las cotizaciones bursátiles por la pandemia.
Un veto debería de justificarse mucho por la necesidad española de inversión extranjera para financiar la deuda pública, pero en otros países esta práctica es habitual. Por ejemplo, en Francia, donde el Gobierno vetó en enero la fusión entre Carrefour y la canadiense Couche-Tard en nombre de la soberanía alimentaria. En España, además de la energía, otro de los ámbitos incluidos en la normativa que permite estos vetos es el de la «seguridad alimentaria». Pero, con esta operación no están solo en juego los hasta 5.060 millones que ofrece IFM por una parte de Naturgy, sino futuras inversiones de capital extranjero necesarias para afrontar la transición energética. Aún resuenan los ecos de los arbitrajes internacionales tras el hachazo a las energías renovables del Gobierno del Partido Popular.
La norma española actual se puede aplicar cuando una compra afecte a más del 10% del capital de compañías cotizadas o permita el control de firmas de sectores estratégicos. Uno de ellos es el de «suministro de insumos fundamentales, en particular energía», según establece la disposición final cuarta del real decreto ley 34/2020, de 17 de noviembre. En este caso, uno de los elementos fundamentales sería que la compañía es la principal accionista de los dos gasoductos que transportan gas desde Argelia. A su vez, el grupo presidido por Francisco Reynés, quien ha dado al grupo un empuje definitivo para pasar de compañía de gas a empresa energética, es la tercera eléctrica del mercado y este sector también se considera estratégico.
En el Ejecutivo conviven posturas distintas, desde vetar la operación o ponerle duras condiciones a aprobarla e incluso algunas se han aireado, lo que ha provocado incertidumbre y zozobras en la cotización de Naturgy.
Otra de las claves es Criteria, el hólding de La Caixa, que es la principal accionista de Naturgy con el 24,8%. Hasta ahora, no se ha pronunciado públicamente sobre su decisión. Los otros dos grandes accionistas, el fondo CVC, que participa a través de una sociedad con la familia March; y Global Infraestructures Partners (GIP), con alrededor del 20% del capital cada uno, ya anunciaron que no acudirán a la oferta.
El fondo australiano, que supedita la operación a obtener un mínimo del 17%, no pretende hacerse con la parte que tiene Criteria, como han afirmado, ya que aspira a que La Caixa siga como accionista. La oferta de IFM, 23 eu