El interior
Sobre la creación de regiones administrativas en el país ha resurgido en los últimos meses reclama más competencias
Las crecientes desigualdades entre territorios han puesto de nuevo sobre la mesa el debate territorial en Portugal. Las zonas del interior del país, afectadas por la pérdida ininterrumpida de población en los últimos años y las alteraciones climáticas – con efectos devastadores sobre la agricultura– han impulsado en los últimos meses movimientos a favor de la creación de regiones administrativas. Este modelo –que ya fue planteado en otras ocasiones pero que nunca se ha llegado a concretar– genera recelos en las grandes urbes, especialmente en Lisboa, donde la concentración de poder político y económico es prácticamente total.
Los principales movimientos regionalistas consideran insuficiente el proyecto de descentralización desarrollado por el Gobierno actual, que trata de dar más competencias a los municipios. «La Constitución de 1976
Frente al Parlamento
Protesta de agricultores.
contempla la creación de regiones administrativas, pero este pilar todavía no se ha constituido por falta de voluntad política», aseguran desde la plataforma Amalentejo, creada para reclamar una mayor cuota de poder en la zona rural del Alentejo y formada por repre
sentantes de los municipios y miembros destacados de la sociedad civil.
La misma posición mantienen en otras zonas del país, que critican la falta de inversión y la necesidad de promover un reparto equitativo de la riqueza. Una falta de inversión que ha provocado la huida de la población de zonas como Tras-os-Montes, al noreste del país, hacia las grandes ciudades. «La regionalización daría más voz a los transmontanos y más empleo», explica Paulino Lourenço, miembro de la plataforma Por la creación de la región de Tras-osMontes y Alto Duero.
El incipiente proyecto de descentralización, iniciado en 2018, incluyó la creación en el Parlamento de la Comisión Independiente para la Descentralización, liderada por el exministro socialista Joao Cravinho, que alertó en un informe publicado en EL 2019 de que el centralismo supone un «elevado coste desde el punto de vista de la eficacia, la eficiencia y equidad de las políticas y de los servicios a los ciudadanos». Cravinho ha defendido la creación de cinco grandes regiones administrativas, algo que todavía es objeto de debate.
A pesar de los tímidos avances y las aparentes muestras de interés por parte de los partidos políticos, el cambio en el modelo territorial está lejos de ser una realidad. «Los partidos apoyan la regionalización cuando están en la oposición, pero se olvidan de ella cuando llegan al poder», asegura Daniel Gameiro, experto en políticas públicas.