Los retos de Juan Carlos Garrido para enderezar el rumbo del Castellón
El técnico debe enderezar el rumbo para sumar los 30 puntos que se marcó como objetivo
Juan Carlos Garrido aterrizó en Castalia en medio de un temporal de grandes dimensiones. En meteorología se habla de alerta amarilla, en fútbol es roja. Óscar Cano se marchó a un punto de la permanencia siendo el CD Castellón antepenúltimo. Cinco jornadas después, todo no sigue igual sino peor, con el equipo colista. El técnico valenciano es la gran esperanza para cambiar un estilo muy preciosista y transformarlo en otro más competitivo. Se confiaba en su experiencia en el fútbol profesional y en su trayectoria en varios clubs de élite.
La inicial victoria ante el Sporting supuso el avistamiento de brotes verdes de la esperanza. Luego se marchitaron y llegaron cuatro derrotas consecutivas, dos de ellas muy dolorosas en Castalia ante el Fuenlabrada y Mirandés, junto a las sufridas en Almería y Girona. Hoy el Castellón es último de la clasificación y cada vez son menos los rivales a los que puede dar alcance, estando la frontera de la permanencia a cuatro puntos. Y el sábado un partido más que decisivo ante la UD Las Palmas.
El reto que se marcó el propio técnico en su presentación fue sumar 30 puntos para lograr la permanencia en Segunda A. El Castellón solo ha sumado tres de los últimos 15, pero todavía quedan 16 jornadas para alcanzar esa hipotética barrera de los 49-50-51 puntos que podrían otorgar, a tenor de los números de otras temporadas, la permanencia. Para ello deberían ganar 9 de los 16 encuentros que restan.
Los principales retos de Garrido deben ser frenar esa debilidad que el equipo manifiesta en los dominios de las áreas propia y ajena. Es cierto que se han minimizado los errores, pero a los rivales les cuesta muy poco esfuerzo batir la portería albinegra. Y, por el contrario, la generación de juego de ataque sigue siendo bastante limitada.
Mientras, la esperanza se alimenta en los tramos de buen juego que ha dejado el Castellón en partidos como en Almería, Girona o ante el Sporting, puesto que ante el Mirandés y el Fuenlabrada, los rivales fueron sensiblemente mejores que el Castellón.
La permanencia pasa porque Garrido encuentre la tecla adecuada, pero también porque los jugadores mejoren notablemente su rendimiento, tanto cuantitativo como cualitativo sobre el campo. 16 partidos para obrar el milagro y conseguir que la afición albinegra pueda disfrutar con el CD Castellón en Segunda A cuando la pandemia del covid-19 concluya o, por lo menos, deje de ser una amenaza grave como es ahora.