Convenios

Sacacia*

Este mes ha dado comienzo la negociación de los dos convenios que afectan al mayor número de trabajadores en nuestra provincia. Uno, el de azulejos, pavimentos y baldosas cerámicas, y otro, ¡¡por fin!!, el de hostelería. Entre los dos, suman más de 40.000 personas afectadas por las condiciones que se acuerden en ellos, y por lo tanto son una parte fundamental de la economía de Castellón. De hecho, de los tres pilares de actividad económica de nuestra provincia, en dos de ellos, estos sectores son determinantes. En la industria, el sector de azulejos es el principal. Hay que tener en cuenta, que el sector cerámico no es solo el de azulejos, sino también el de esmaltes cerámicos, pero estos se rigen por el Convenio General de la Industria Química. Y comparten protagonismo, con empresas del sector químico y energético, que al igual que las anteriores, tienen un alto grado tecnológico y de innovación, siendo punta de lanza de empresas multinacionales. El sector de hostelería, además de su día a día, es el principal dentro de la actividad turística, otro de los pilares de nuestra economía.

Queda clara la importancia de ambos sectores, pero ahí acaba su similitud. El del sector de azulejos ha sido un convenio que, incluso en los peores años de la crisis por la burbuja inmobiliaria, se siguió negociando, adecuándose a la situación existente, como no podía ser de otro modo. Es cierto que algunas empresas del sector aprovecharon la reforma laboral del Gobierno de Rajoy, para crear un convenio de empresa y empeorar las condiciones de sus trabajadores y trabajadoras. Es justo reconocer que la mayoría no lo hizo, ya que se apostó por la negociación entre las partes, lo que, al igual que ahora con los ERTE, se ha demostrado que es la mejor opción, tanto para las empresas (las serias, me refiero), como sobre todo, para los trabajadores y trabajadoras.

Todo ello ha contribuido a que en el peor año de la actividad económica a nivel global, por el covid, el sector del azulejo haya mejorado en un 4,5% las exportaciones. De hecho a Castellón se la conoce más a nivel internacional, gracias al clúster cerámico, que a nivel nacional. Pese a todo, hay que reconocer que hubo situaciones dramáticas por los ERE con rescisión de contratos en el periodo 2010-12, y en esta pandemia, con los ERTE y sus deficiencias en el pago, por el volumen del personal afectado.

El sector de hostelería, es otro cantar. Aquí sí que utilizaron la reforma laboral pa

Parece que el talante es otro y la patronal del turismo entiende que un convenio colectivo no perjudica a nadie

ra que decayera el convenio por falta de acuerdo, y así, todo el personal contratado a partir de esa fecha, regirse por el Estatuto de los Trabajadores y el Salario Mínimo Interprofesional, o sea, condiciones mínimas legales. Y así llevamos desde el 2013, con salarios del 2011, para los fijos. El resto, 950€/mes porque no tienen más remedio, ya que fue el sector que mas reclamó en contra de la subida del SMI.

Desde el 2012, por parte de UGT, veníamos reclamando a la patronal del sector, que se sentara a negociar, y la contestación era que como no tenían obligación, no lo iban a hacer, por lo que año tras año, asistíamos a condiciones laborales para los trabajadores del sector casi propias del siglo XIX, tanto por su precariedad, ya que el contrato estrella era el temporal a tiempo parcial, como por su retribución. Además, el colectivo más numeroso y por lo tanto más afectado, era el de las mujeres.

Ahora parece que el talante es otro, y entienden que tener un marco regulador de las condiciones de trabajo (convenio colectivo) no perjudica a nadie, ya que, si como dicen en los últimos tiempos quieren un turismo de calidad, en UGT decimos que hay que empezar por unos empleos de calidad.

Estos últimos días, la ministra de Trabajo ha planteado el comienzo de las negociaciones para la derogación de la reforma laboral, lo que celebramos desde UGT, ya que su eliminación evitará situaciones como el convenio de hostelería, u otros similares, que curiosamente comparten asesor.