El presidente Biden seguirá muy atento el desarrollo del proceso
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, «ciertamente va a estar siguiendo con atención» el juicio en Mineápolis, «como lo van a estar siguiendo los estadounidenses». Así lo reconoció ayer la portavoz de la Casa Blanca, Jean Psaki, que en cualquier caso pidió que se de tiempo al sistema legal para seguir su curso. Tras los argumentos iniciales empezó ayer mismo la comparecencia de testigos. La primera fue una operadora de la policía que pudo seguir en directo gracias a las cámaras de los agentes el arresto de Floyd y que, alertada por lo que veía, decidió llamar a un supervisor. «Algo no estaba bien», rememoró desde el estrado Jena Scurry, que dijo a ese supervisor que no le importaba ser vista como una «chivata» por cuestionar las acciones de los policías y llegó a pensar que el vídeo se había congelado por la inamovible posición de Chauvin.
Aunque los cargos de asesinato en segundo y tercer grado que enfrenta el agente tienen en Minnesota una pena máxima de 40 y 25 años de cárcel respectivamente se calcula que, de ser declarado culpable, su sentencia oscilaría entre los 10 y los 15 años. El de homicidio involuntario se puede castigar con entre 41 y 57 meses de prisión.
La tensión de dentro de la sala se respiró también en las calles de la «ciudad de los lagos», aunque fueron pocas las personas que se acercaron ayer a la sede del juicio, lejos de las masivas protestas que se expandieron por varias ciudades de EE.UU. tras la muerte de Floyd.