«Suelo meditar y rezar, pues me ayuda a desconectar»
– ¿Qué fue para usted lo más difícil durante el confinamiento?
– Lo más difícil fue, sin duda, asistir con impotencia a ver cómo el virus se cebaba en nuestras residencias de mayores y nos dejaba en la soledad de las familias que no podían despedirse de ellos como se merecían.
– ¿Qué es lo que más le gusta de pasar el tiempo con su familia? – Ver algunas películas y series de televisión juntos y bailar y cantar al karaoke. En estos momentos en los que es muy difícil reunirnos con nuestros familiares porque hay que cumplir con las normas establecidas por la Generalitat para frenar los contagios del covid-19, he vuelto a poner en práctica lo que mi madre nos enseñó, como es a hacer la paella, el arroz al horno, la fideuà o cocas de tomate.
– ¿Qué hace para liberar el estrés que ocasiona la carga de trabajo que en los últimos 12 meses se ha visto incrementada para hacer frente a la pandemia? – Mi trabajo me apasiona, no tengo horas, desde que me levanto hasta que me acuesto estoy trabajando por mi ciudad, hablando con gente, estudiando para aprender cómo gestionar mejor, planificando... No tengo nunca sensación de estrés, tal vez porque siempre he sido muy metódico, de rutinas y horarios muy estrictos... Me dan tranquilidad y control y en estos hábitos es fundamental el deporte e intento pasear y estar en contacto con la naturaleza, con mi perro Coni por la ermita y el Millars. Y me apasiona leer, el cine o escribir, otra de mis aficiones cada domingo. Además, suelo meditar y rezar, porque me ayudan a reflexionar y desconectar.
– Un deseo para el 2021...
– Sin duda alguna, vencer al covid. Necesitamos retomar una mínima normalidad para poder continuar avanzando.