Toman aire
El Castellón gana con un autogol
El CD Castellón ha aprendido a sufrir. Y esa lección casi vital en Segunda División le llevó a sumar una victoria de oro contra el Oviedo en Castalia. Porque, además de actitud y de haber mejorado considerablemente en defensa, el equipo de Juan Carlos Garrido tiene ahora también la suerte de cara. Todo lo negativo de la primera vuelta ha pasado a ser de otro color y contra el conjunto asturiano un gol en propia puerta de Arribas bastó para dar un paso más hacia la permanencia en la categoría.
El conjunto albinegro estuvo a merced de su rival prácticamente durante todo el primer tiempo. El Oviedo se sentía muy cómodo y con espacios, obligando a los orelluts a multiplicarse en labores defensivas y dejar bastante desatendido el ataque. No era para menos ya que el equipo de Ziganda avisó bien pronto de sus intenciones con un primer golpeo de Blanco Leschuk a los cuatro minutos, invalidado por una falta previa a Gus Ledes, y otro de Juanjo Nieto a los diez que se marchó rozando el palo derecho de la portería defendida por Óscar Whalley.
Encerrado en su campo, y en vista de cómo estaba desarrollándose el encuentro, el Castellón tan solo aspiraba a crear algo de peligro en jugadas a la contra y aguantar como buenamente pudiera las embestidas de los futbolistas asturianos. El problema era que Jorge Fernández, el goleador contra el Albacete, era la referencia en el ataque albinegro y ni le llegaron balones en condiciones ni tampoco se daban muestras de que pudieran generarse ocasiones de peligro ya que el equipo jugaba sin profundidad. Estaba siendo una propuesta pobre, pero poco más se podía hacer.
De hecho, el Castellón no lanzó a puerta en los primeros 45 minutos, si bien el Oviedo a punto estuvo de inaugurar el marcador mediada la primera parte cuando Blanco Leschuk aprovechaba una falta de entendimiento en el área entre Víctor García y Gus Ledes para rematar, pero veía como Khrin despejaba a córner. Fue la ocasión más clara del conjunto visitante.
Pese a ir al ritmo que el Oviedo marcaba, el Castellón estaba solventando la papeleta, con más apuros que menos, pero solventándola y el empate a cero inicial era la mejor noticia posible. No se daba por malo el empate visto lo visto y menos aún cuando Tejera
se plantaba en al área local y, con un remate mordido, intentaba sorprender Óscar Whalley para cerrar el primer tiempo.
No consideró Garrido que hubiera que hacer cambios tras el paso por vestuarios, ni de jugadores ni en el planteamiento, aunque el técnico valenciano sí puso a calentar a Carles Salvador, Iago Indias y Jonatan Soriano. El Castellón necesitaba dar un paso al frente, sin arriesgar excesivamente, pero necesitaba mejorar en ataque para tratar de poner en peligro al Oviedo, que tuvo la primera del segundo tiempo en las botas de Tejera tras un buen pase de Nahuel.
La réplica albinegra llegó pronto, con una primera tímida combinación entre Jorge y Rubén Díez que sacó la defensa visitante, y un potente lanzamiento de Marc Mateu que se marchó fuera por poco.
FUERZAS MÁS IGUALADAS El juego se pausó un poco después de que Señé y Edgar protagonizaran un fuerte choque que dejó KO a los dos jugadores, quienes tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos, sobre todo el jugador del Castellón, con mucha sangre en la nariz. Siguieron los dos pero, en la jugada siguiente fue Lapeña el que pidió el cambio al sentir un fuerte pinchazo en la parte posterior del muslo izquierdo. Le sustituyó Iago Indias.
Parecía que se le complicaba el choque al Castellón con tanto jugador tocado, pero nada más lejos de la realidad. La suerte aún le debía una al conjunto albinegro y
acabó compensándole todo lo que le había quitado con anterioridad ya que, en un remate cerrado de Rubén Díez al área, el balón golpeaba en Arribas y se introducía en la portería del Oviedo.
Era el 1-0 y llegaba en el minuto 67. Tocaba ahora apretar los dientes y seguir en la misma línea para no dejar escapar un marcador que dejaba tres puntos de oro en Castalia y permitía, por fin, respirar con algo más de tranquilidad. La primera vez en toda la temporada que se tenía esa sensación, así que no se podía aflojar.
Ziganda no estaba nada conforme, como era de esperar, y movió su banquillo dando entrada a Rodrigo y Borja Valle, mientras que Garrido hacía lo propio con Carlos Delgado y Carles Salvador en sustitución de Gus Ledes y Rubén. Reforzar la defensa y el centro del campo y continuar frenando los ataques del Oviedo porque siguió habiéndolos pero la defensa albinegra continuó sólida.
Siete minutos de añadido se dieron en Castalia debido al golpe entre Señé y Edgar, y ahí pudo llegar el empate en un lanzamiento de Rodrigo que batió a Óscar Whalley fue anulado al pitarle un claro fuera de juego. Se sufrió, mucho, pero se acabó ganando y eso fue lo más importante.